En un mundo donde la jerarquía de alfas y omegas define el destino de cada individuo, Izuku Midoriya sueña con convertirse en un héroe. Desde pequeño, su vida ha estado marcada por su determinación y coraje, pero también por el vacío dejado por Tomu...
Los días para izuku habían pasado entre entrenamiento, la academia, tareas y entrenamiento de nuevo, no había parado ni un minuto. Faltaban 6 días para el festival deportivo y Midoriya estaba llegando a su límite, el omega no estaba comiendo bien, dormía poco, sentía estrés porque no veía mejora en su control del one for all, le preocupaba que su omega seguía ausente y quería ver a tomura.
Ese día no iba a ser la excepción, su alarma comenzó a sonar pero el omega ya estaba listo, se había levantado mucho antes, apago la alarma y salió de su cuarto dejándole una nota a su mamá sobre la mesa, cuando salió de casa aún estaba oscuro ya que eran las 5 de la mañana, comenzó su camino hacia la playa, había encontrado una zona alejada en donde había muchas rocas pesadas las cuales le servían para cargarlas o intentar destruirlas.
Mientras trotaba hasta el lugar comenzó a pensar en la ausencia de su omega, no lo sentía y mucho menos lo escuchaba, debido a su ausencia las feromonas igual se habían esfumado, dejo se usar las parches para ver si salían pero no, ni un poco de aroma, izuku siempre se había llevado bien con su omega no entendía porque lo privaba de sentirlo.
Llego a la playa sintiendo demasiado el peso de las mancuernas que llevaba en los tobillos y en las muñecas, estiro un poco antes de comenzar a hacer aun más peso con las rocas.
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Tomura estaba inquieto, esa noche su alfa estaba mucho más insoportable que los días anteriores, no lo había dejado dormir ni un poco, ya eran las 6 de la mañana y quería dormir pero no podía, ante la insistencia de su alfa se cambió y salió del bar.
Comenzó a caminar sin un rumbo en específico, no había querido salir desde lo ocurrido con izuku, tenía muchas dudas con respecto a su quirk pero no se sentía con derecho de ir y pedirle explicaciones después de decirle que nunca serian nada, en parte también le preocupaba que sensei pusiera su atención en izuku, no le había dicho cuáles eran sus intenciones, pero tomura no estaba dispuesto a dejar que dañaran al omega.
Detuvo su caminar al sentir que algo iba mal, miro en donde estaba, él nunca iba por esa zona, odia la arena, en general no le gustaba la playa, su vista se fue hasta un montón de rocas las cuales estaban extrañamente acomodadas, se acercó un poco y vio un cuerpo en la arena, no iba a acercarse más pero vio esos rizos verdes inconfundibles lo que hizo que corriera hacia él.
-izuku - pronuncio con pánico tomura, comenzó a darle golpecitos en las mejillas pero el pecoso no despertaba - izu - su vista viajo por todo el cuerpo del peliverde intentando encontrar la causa de su inconciencia - mierda, izuku despierta - gruño en desesperación, puso su mano con cuidado sobre su frente la cual estaba hirviendo, necesitaba bajar su temperatura, saco su celular debatiéndose en su debía o no llamar a kurogiri, podía llevar al pecoso hasta su casa pero desde ahí estaban bastante lejos a parte que ver a alguien cargando a una persona inconsciente llama mucho la atención, quito las dudas de su cabeza lo llamo
- Tomura - contesto un adormilado kurogiri
- voy a mandarte unas coordenadas abre un portar, es urgente -
