Ananké

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(si quieren saltarse esta parte vayan hasta la primera imagen)

Tomura estaba solo en la bodega por petición del peliverde, no pensó verlo tan celoso cuando sus feromonas se esparcieron llamando la atención de otros omegas en el bar, es por eso que le había pedido que se fuera ahí en lo que él iba por sus supresores y condones.

El alfa se recostó en la cama, sintiendo la suavidad de las sábanas y su aroma a detergente, con su ante brazo cubrió sus ojos respirando profundamente, la espera estaba jugando en su contra, el solo imaginar a izuku con el alteraba todo su ser, porque tocar a su omega más allá que unas caricias era algo que imagino por mucho tiempo, antes de reencontrarse solo tenía su imaginación para lograr calmar a su alfa pero ahora que al fin podría tenerlo entre sus brazos, su alfa y el mismo se desesperaban.

El aroma a whiskey con crema irlandesa inundó el lugar haciendo que se sentara de golpe, frente a él estaba su omega con una camiseta suya que le quedaba hasta los muslos cubriendo a penas su ropa interior, llevaba el cabello húmedo, sus mejillas estaban enrojecidas y sus ojos reflejaban nervios.

- perdón por tardar - susurro izuku caminando hacia tomura quedando frente a él- quise darme un baño

- adoro como se ve mi ropa en ti - puso sus manos en las orillas de sus muslos - te hacen ver tan mío

- soy tuyo - dejo la bolsa que traía en las manos a un lado para poner sus manos en los hombros del alfa, estaba nervioso

- mío - susurro subiendo su manos lentamente - mi izuku

- solo t.tu..tuyo - su voz tembló al sentir como las manos del peliceleste se deslizaban por debajo de su camisa

- ¿qué es esto? - pregunto complacido al sentir la textura de la ropa interior del omega - ¿puedo? - lo miro a los ojos dando a entender que quería alzar la camisa para verlo mejor, izuku asintió cerrando los ojos.

Con cuidado alzo la prenda fijando su vista en la bonita lencería que tenía el omega, era un pantie color rojo vino con pequeñas transparencias con encaje, el color de la ropa interior resaltaba el bonito color blanquecino de su piel el cual estaba lleno de pequeñas pecas que se esparcían por los rellenos muslos. Una de sus manos se deslizó por el borde de la panti disfrutando de la textura conjunta de la piel con el encaje.

- ¿te gusta? - pregunto izuku nervioso, toga se la había regalado hace unos días después de una extensa platica sobre fantasías y otras cosas que se le ocurrieron a la omega, a él le había gustado mucho pero no sabía si a tomura le gustaría que la usará

- me encanta - acercó sus labios dejando un beso en la cadera el peliverde haciéndolo temblar - hace resaltar tus hermosas pecas - bajo la mano que no sujetaba la camiseta hasta los muslos del peliverde apretándolos - y tus muslos se ven más apetitosos

- suena como si quisieras comerme - susurro con las mejillas más rojas

- quiero comerte - dejo otro beso antes de morder la zona - quiero hacerte sentir bien - se separó alejando un poco a izuku para levantarse - quiero cada parte de ti que desees darme - cuando estuvo parado llevo ambas manos a la camisa - ¿puedo? - izuku asintió entendiendo a lo que se refería, el alfa deslizó la camiseta hacia arria quitándosela

Observo el cuerpo de izuku a detalle, fue desde sus pies subiendo poco a poco recorriendo con la mirada las torneadas piernas acompañadas de unas cuantas cicatrices, ascendió hasta los carnosos muslos rebosantes de pequeñas pecas que simulaba un camino hacia la delicada lencería que presionaba los lugares correctos, continuo para dar paso a el abdomen perfectamente marcado, tenia unas sutiles estrías que lo encaminaba más arriba hasta el pecho en donde vio los rosados pezones levantados por la ausencia de la ropa, sus colmillos comenzaron a picarle cuando sus ojos se fijaron en la marca que compartían, pero había dejado lo mejor para el final, alzo su cabeza para poder ver en su totalidad el rostro que vivía en su mente todo el tiempo, sus labios rojos cereza, las pecas que se esparcían como si se tratase de un cielo estrellado y sus ojos tan verdes como una esmeralda pero brillantes como un día soleado en primavera.