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El peliverde se retorcía en la cama, inconforme por no poder sentir las feromonas del alfa, estiro sus brazos buscando a tomura pero no estaba, al abrir los ojos se dio cuenta que ya no estaba en el bar, comenzó a lagrimear molesto, gruñidos fluyeron a través de sus labios, no quería estar ahí y mucho menos estar solo.

Todo esto era nuevo para el omega, si bien, ya había pasado por su celo con anterioridad no se sentía igual, era como si todo se intensificará, su cuerpo estaba hirviendo, su vientre dolía, sus feromonas estaban totalmente descontroladas, sus pezones ardían al rosar con la ropa, tenía una erección y una entrada que lubricaba pidiendo ser atendida.

En un momento de lucidez escucho la voz de kurogiri llamarlo pero se negaba a verlo, estaba comportándose irracional pero se sentía avergonzado, esto era algo muy íntimo para él. Izuku cuidaba mucho la fecha en la que se presentaban sus celos para preparase y así nadie tuviera que verlo, por muy tonto o vergonzoso que sonara, tenía ilusión de que solo su alfa lo viera en ese estado.

Después de mucha instancia por parte del omega mayor fue que izuku lo miro sintiéndose abochornado por la situación.

- joven izuku debe tomar sus supresores - kurogiri estaba a su lado con las pastillas y un vaso de agua. Con un esfuerzo sobre humano los tomo volviendo a recostarse en la cama.

- quiero a tomu - dijo entre quejidos dolorosos - ¿dónde está tomu?

- está en el bar – dijo notando el malestar en midoriya

- lo quiero aquí - se hizo bolita

Quería a tomura a su lado, deseaba ser cuidado por él, quería sentir sus feromonas de chocolate envolverlo al grado de no poder percibir ningún otro aroma, quería escuchar su voz mientras le decía palabras bonitas, su nombre, o tal vez ese apodo que lo hace sentir nervioso, quería sentir sus manos en sus mejillas, en su cintura, en su cadera, más bien quería que lo tocara en todas partes, anhelaba ver sus ojos pendientes de él, como si fuera lo más importante que hay.

Quería a tomura a su lado, deseaba ser cuidado por él, quería sentir sus feromonas de chocolate envolverlo al grado de no poder percibir ningún otro aroma, quería escuchar su voz mientras le decía palabras bonitas, su nombre, o tal vez ese apodo q...

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kurogiri salió del cuarto para darle más intimidad a Midoriya, era claro que el omega no estaba bien. Se transporto al bar, más específicamente al cuarto del alfa, ahí lo vio gruñendo mientras caminaba de un lado a otro como un animal encerrado.

- ¿qué haces aquí? - le gruño - ¿lo dejaste solo?

- dame una prenda con tu olor, se la llevare - tomura se sacó la camiseta de manga larga que llevaba comenzado a llenarla con sus feromonas

- ¿cómo esta? - pregunto sin verlo

- no muy bien, parece que le duele - kuro vio cambiar la expresión de tomura

- pensé que el dolor que sentía era porque quería ir a verlo - le entrego su camiseta - si esto no ayuda iré

- no creo que sea lo mejor, podría adelantarse tu celo - dijo preocupado

AnankéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora