Sindrome de estocolmo, Robert Lewandowski

Capitulo 4

Anna estaba tratando de adivinar quien era el futbolista que a mi me gustaba por su perfil bajo, su media sonrisa, por ser fiel a su camiseta, por sus ojos que le brillaban tanto, su barba que le quedaba un encanto, una cara de bebito jeje, era tan fachero, una pinta...

-Durm?-Dijo Anna sacandome de mis pensamientos, yo no entendi por qué dijo tal apellido.

Como puse una cara de desorientada me especifico a que si era Erik Durm el que me gustaba, jajajaja

-Noo amiga, creo que estas cerca igual,

Anna: ajá... otra pista por favor...

-Uff, empieza con R- bufé

Anna: Reus?

No le conteste ya que me había quedado mirando el estadio Allianz Arena muy sorprendida, me brillaron los ojos, con mucha ilusión, entusiasmo, alegría y sobre todo impaciencia. Nos bajamos del auto y entramos allí, Anna me dejo en las gradas donde se sientan las novias de los jugadores y me dijo que esperara allí sentada mientras ella se iba a ver a Robert previo al partido.

Después de 3 horas al final nos fuimos a la cafetería a celebrar el triunfo de los babaros nosotros 3.

De ahí mi vida no fue la misma, como me arrepiento de haber aceptado conocer al esposo de mi mejor amiga, no saben lo arrepentida que estoy,se me destroza el alma contándoles que me empezaron a pasar cosas muy fuertes que manchaban la relación que tenia con mi amiga y Emanuel, me sentía la peor de todas, por serles infiel y sobre todo sentir lujuria,me sentia manipulada por ese hombre que me hacia llorarar sola en mi cama,por el remordimiento, el necesitar a mi novio, que lo extrañaba demasiado, hace 4 años que andábamos con mi novia, desde la secundaria, es muchísimo para mi, y que decirles de Anna, una miga que me hizo la mas feliz cuando Ema viajo, la que me entendía, la que secaba mis lagrimas apoyando su mano y limpiándolas con su pulgar, la que me decía la posible solución a mis problemas, la que me sacaba una sonrisa, la que sabia mi único y mas oscuro secreto, el por qué decidí dejar mi ciudad junto a mi familia, no podía hacerle esto, me hizo socializar, estudiar el traductorado de ingles, diseño indumentaria, y futura periodista deportiva, ella era mucho mas que una amiga, un ángel enviado de Dios, pero todo se fue esfumando para mi desde aquella vez que fuimos a tomar café con el odioso, acosador, arrogante, creído, pero lo peor de todo, que es lo que a mi me termino matando poco a poco fue su insistencia, el tipo me desnudaba con la mirada, se notaba que estaba obsesionado por mi, y yo.. bueno yo... me dejaba, me negaba,, lo peor es que no lo podía hablar ni con mi mejor amigo de la universidad que por cierto, el se ponía mucho en el lugar de las mujeres, ya que su preferencia sexual no era la que esperaban de un hombre, ni con mis compañeras, ahh dios... no tenia escapatoria, estaba encerrada en mi departamento, estudiando, llorando, me deprimía tanto, mi autoestima estaba por el piso, me ayudaban los brazos de mi mejor amigo Pablo se llama, pero no podía decirle nada, estaba presionada, anonadada, que vida horrible tenia, había escapado de mi antigua ciudad Monchengladblach, del violador de mi padre y de la ingenua de mi madre para llegar a Munich ser feliz y derrepente que me inviten un café después de un partido y que el mismo esposo de mi amiga empezara a ...