Sindrome de estocolmo, Robert Lewandowski

Capitulo 41

El se fue, y se alejo de mi vista, me dejo tiritando del miedo y con una angustia en la garganta, lagrimas en los ojos y un dolor intenso en la cabeza, recordé que al otro día tenia que ir a la universidad pero me aterraba salir y que algo malo me pasara, ya no tenia  a nadie, no podía contar ni involucrar a nadie por las amenazas de Robert, me sentía re mala amiga con Anna, les juro que todo lo malo se deja de lado, yo no sabia su estado ni tampoco el de Pablo, si bien no eramos novios pero yo lo quería como uno, estaba tirada en el sillón pensando en Pablo, algunos recuerdos invadieron mi mente:

Me acuerdo cuando un verano estábamos en el parque con mi bicicleta y vimos relámpagos en el cielo nublado y teníamos que volver rápido a casa, el me propuso que me suba a la bicicleta, y con el apuro con el que el conducía no vio un par de escalones y nos fuimos de brusquedad al suelo, las rodillas me sangraban y a el se corto la frente. Todos nos miraban y se reían por sus adentros, mi bicicleta estaba dañada, por lo que me compro otra y mucho mas linda, de color rosado que me hacia juego con el casco.

Otra vez hace muchísimo tiempo cuando yo vivía en Monchengladbach con mis padres, (tenia al rededor de 12 años) cuando apenas lo conocí en el colegio el empezó a hablarme por mensaje y, de tanto hacerlo me pidió para que nos veamos en una heladería, cosa que le dije que si, me moría de los nervios, así que le pedí a una amiga de aquel entonces que me acompañe, lo cual ella acepto, entonces a la tardecita, nos encontramos los tres y empezamos a charlar y tomar helado, lo cual yo seguía con el corazón a mil, me pregunto hasta qué hora tenía permiso de quedarme y como yo odiaba a mis papas, no les importaba nada de nada por lo cual decidí mandarme sola y respondí que era hasta la hora que yo quiera, fuimos a su casa a jugar un rato y cuando empezó a oscurecer nos acompaño a nuestras respectivas casas. Cuando yo llegue a mi casa después de despedirnos de mi amiga, mi mama  estaba ahí  enojada por que no le avise que iba a llegar mas tarde y me empezó a retar, me fui y no me despedí de el.  El domingo (el día que salimos fue viernes) me mando un msj que decía que onda! cuando nos volvemos a ver, pero ahora si pedí permiso. Nos vimos en una semana y fue el 14 de feb que me pidió para ser la amiga para siempre.

Paso mucho tiempo que no nos vimos mas hasta la universidad.

Y pensar que ahora estaba bajo el mando de Robert por mi culpa me partía el alma, recuerdo también que cuando íbamos al colegio (con 12 años) había un chico que me molestaba en los recreos, me tiraba del pelo, me empujaba, y me ponía la traba para que me caiga, yo no se si ese chico habría gustado de mi o que, pero la cuestión es que me hacia llorar y me hacia ir corriendo hasta la maestra para que lo retara. Me acuerdo que yo ese día sostenía una botella con jugo de naranja, lo cual vino corriendo Pablo hacia mi con esos cabellos rubios alborotados y me arrebato bruscamente mi jugo. yo corrí detrás de el para recuperarlo, pero me frene cuando vi que todos los alumno se habían juntado en ronda para ver que Pablo le tiraba mi jugo en la cabeza a ese chico solo por defenderme.

Los recuerdos invadían mi mente y llenaban de lagrimas mis ojos, unas de las tantas anécdotas que mi mente me permite recordar.

El ruido de la puerta me estremeció e hizo que seque inmediatamente las lagrimas

-Dani?, estas ahí?- dijo una voz frágil y dulce

Sonreí al saber que se trataba de Nicole, así que me levante dispuesta a recibirla. Me dirigí hacia la puerta arrastrando mis pies y con pasos lentos y forzados

-Nico!

-Amiga, cómo estas, qué te paso?- pregunto asustada y preocupada

Cubrí mi boca con la mano para evitar salir un sollozo ruido estremecedor y ella me abrazo muy fuerte para contenerme y ayudarme a despejarme. Entramos y cerramos la puerta, nos sentamos en las sillas junto con la mesa. Mientras tanto ella me pidió que me tranquilice mientras que acariciaba mi mano 

-Te juro que por mas que quiera, no puedo contarte

-De qué?

-Pablo esta desaparecido

-Queee???, cómo?

-No se, te juro que no se, yo lo amo, y no es mi novio- empece a entrar en crisis y a no llegar a ninguna conclusión

-Para, para, calmate, esto no te hace bien, qué paso?

-Fui al hospital para verlo pero desapareció y no se cómo, mañana volvemos a la universidad

-Entiendo...y si llamamos a la policía? SI SI SI LLAMEMOS INMEDIATAMENTE

-NO

-Por qué no?

-No podemos

-Quien me lo va a impedir?

No dije nada porque no supe, no le iba a decir quien, solo la mire

-Es por el tipo que vino el otro día?, no le tengas miedo, si seguimos el régimen de la ley, todo esto se va a acabar y nadie saldrá perjudicado

-No es una buena idea-dije con una sonrisa, o al menos eso creía

-Estoy empezando a creer igual que Macarena...

Levante la mirada para que continuara la oración- qué es lo que pensas?

-Mmm, no nada

-Decírmelo!- y le di una mirada fuerte

-Ella cree que vos tenes la culpa, porque no llamaste a la policía antes, ademas no podías estar con un hombre si ibas a salir con el, yo me acerque a vos porque no quería creer en sus palabras y quise venir a escuchar tu versión. También piensa que vos sos cómplice de tu portero y bueno, la verdad es que no se que pensar, ni de qué lado estar, por el momento pienso que sos cómplice.

Yo la escuchaba con atención y sus palabras me dolían, mas porque consideraba a Macarena una mejor amiga, las lagrimas dejaron de salir, me di cuenta que ya no tenía mas fuerzas ni liquido en mi cuerpo para hacerlo

-Enserio pensas que soy capaz de algo así?

-No pero tampoco queres acudir a las autoridades

-Bueno, no puedo sabes?, no quiero involucrarlas, no quiero mas nada!- dije seria y con un tono mas elevado

-Yo creo que estas enferma

-Qué te hace pensar eso?

-Lukas te acosa?, fue el que le hizo esto a Pablo?

-No y tampoco es el quien me acosa

-Entonces es otro... el que te tiene amenazada o...

-O qué?

Ella trago saliva muy nerviosa y su vista se dirigió a mi de nuevo

-O enamorada?...

Sus palabras me quitaron el habla y las posibles respuesta que habitaban en mi cabeza, necesitaba un espacio y tiempo para mi sola

-No, no estoy enamo...