Sindrome de estocolmo, Robert Lewandowski

Capitulo 9

-QUÉÉÉÉÉ ?? no pude ocultar mi asombro, era obvio que me espiaban por la ventanita del baño, yo quede en shock unos minutos, ni me movía siquiera, sentí como rápidamente mis vellos se erizaban por aquel mensaje que me volvía loca, no podía ser nadie de los que tenía en mente, asique traté de hacer memoria para ver si se trataba de... aunque no creo pero un posible individuo causaba un alboroto en mi ser.

Me moví sigilosamente con mucho cuidado, Y PÁNICO de que me vieran, ya que era muy pudorosa, aunque tengo que admitir que estoy muy conforme con mi cuerpo, ya que soy alta, delgada, con cintura bien definida, eso si! no tenia mucho pero... podía insinuar a menudo, me gire para buscar mi bata, me la puse, y una vez bien cubierta salí corriendo a la ventana para cerrarla, no solo la del baño, si no la de todo mi departamento. Agarré el teléfono y llame a Pablo para que viniera un momento, lo necesitaba porque me sentía intimidada, acosada, y sobre todo violada. No podía ser el pero si venía rápido no me iba a caber la menor duda de que era el que me observaba.

Lo llame para pedirle que viniera a explicarme un poco de ingles, ya que se me complicaba un poco la pronunciación.

-Sí Dani, en un rato estoy alla!, pero me preocupas...

-Por qué?- pregunte yo sin respiración

-Porque te escucho como si estuvieras asustada o agitada

Es verdad que había corrido exageradamente como una maratón para cerrar aquellas entraderas a miradas de hombres que te intimidan cuando estas relajada en tu bañera. No dije nada y solo me abstuve a contestar aquella pregunta.

-Solo quiero que vengas, te necesito-le dije y colgué, el me hacia poner en ese estado, aunque el acontecimiento que había sucedido anteriormente me pusiera pálida.

Cuando me di vuelta para preparar las carpetas/libros para cuando Pablo viniese, ya lo tenía en mi puerta,NO ME HABIA DADO TIEMPO NI A CAMBIARME SIQUIERA -ay dios...- suspire, con mis cabellos no tenia drama, ya que eran de corta longitud, lo que me ponía mas nerviosa aún era qué iba a hacer en ese momento cuando le abra la puerta y me viera "desnuda" porque era así literalmente como me sentía, por mas que fuera mi mejor amiga y tengamos la mayor confianza para todo. ¿Y SI ERA ÉL? AHHHHHHHHH NOOO estaba muerta, muy nerviosa, temblaba, asique camine casi tambaleándome para abrirle cuando de repente lo veo ahí re re... como lo digo... SEXY, atrevidamente sensual, sus labios me enloquecían, eran de un rosado tirando a rojo, con los labios perfectamente delineados con bastante volumen, me imaginaba dar un beso con el, morderle el labio inferior, acariciarlos con mi lengua, que sea bien intenso y lento para disfrutarlo, en ese pensamiento muy poco inoportuno de mi parte, mi saca de aquello con un comentario mmm... como sería la palabra perfecta para describirlo??... ah sí sí, ya me acorde! un comentario oportuno.

-Estas desnuda- me lo dijo seriamente mirándome a los ojos, me encantaba esos ojos verdes con un mechón de cabellos dorados, estaba mojado, y no saben lo bien que se veía

-Sí- le conteste de la misma forma que el

-Qué hacías que estás de esa forma tan... provocativa?

-Yo puedo estar vestida como yo quiera en mi comodidad y espacio personal- le dije remarcando espacio personal, lo mire confusa y lo invite a que pasara.

-Cualquiera puede verte

-Por la ventana? Qué insunuas? pregunte muy interesada, casi interrogándolo

-Que podrían verte

-No, Nadie podría verme, solo un loco maníaco que tenga tiempo para desperdiciar

-TUS VECINOS DE ENFRENTE- dijo un tanto molesto y cortante

Me di vuelta bruscamente para mirarlo pero el había agachado la mirada, estaba demasiado confundida, no sabia si era el o el señor amo del acoso del esposo de mi mejor amiga, esta muy... distraída

-Te pone mal que otros hombres me miren de una forma insinuante?- pregunte arqueando una ceja y mordiéndome el labio NO PODÍA CREER LO QUE ACABO DE PREGUNTARLE, OSEA, ME SENTÍA IMPACTADA DE MI MISMA, ME FELICITE A MI MISMA, TENIA UN ORGULLO INMENSO.

Arrugo la frente de manera muy tierna, mientras que apoyó sus manos entrelazadas a su mentón casi haciendo un puchero con los labios en el mismo instante en que me miraba de una manera tan angelical y provocativa, separó sus labios y articulo solo un monosílabo.

-No- se paró del sillón en el cual se había sentado en un momento en que me distraje.

El sonido de una llamada hizo que me distrajera de la sensual caminata que estaba haciendo el rubio.

Atendí mi celular y escuche una voz masculina familiar muy oscura y siniestra que yo solo pude articular el nombre...

 Lewandowski