Capitulo 20

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Bueno, capaz no tenia por qué hacerme cargo de las ultimas palabras que me estaban aturdiendo, las mismas provenientes de la boca de Lukas, igual con todo lo que me estaba pasando era un tipo que se me hacia sospechoso, se me apareció de la nada, me menciono lo de la "ventana", me agarro fuerte contra su pecho, osea, motivos tenia, pero me inquietaba la ventana principalmente, el hombre ese raro, que siempre me esta observando, tapado de negro, alto, musculoso, y lo de Robert, tenia que ingeniármelas para hacer algo con respecto a el, y Pablo, bueno Pablo hace un montón que no hablábamos y no se si da para contarle, pareció un poco desinteresado, pero era mi amigo y la ultima vez que nos vimos no estuvo nada mal. Llegue al salón donde me tocaba la clase del día, toda alterada, y cuando abro la puerta me olvido que había un escalo y pego mi cara contra el piso, haciendo reír a todo el salón, dos chicas muy coquetas se quedaron ahí mirándome fijo y secretiandose entre ellas, una rubia y otra morocha, ambas con ojos claros, que vergüenza por dios! no lo podía creer, pero me pare rápido para no causar mas motivos y la clase continuo, agache la mirada y el profesor me entrego un examen para hacer, uno al cual me estaba preparando hace mucho. No me había dado cuenta pero me había sentado adelante de Pablo, gire para mirar a su lado y el levanto su cabeza para mirarme y sonreírme dulcemente, esos cachetes rosados, sus labios bien rojo, sus ojos bien celestes, su cabello rubio perfectamente peinado formando un jopo, que bonito, yo le devolví la sonrisa y gire para continuar mi prueba. 

Cuando termine la misma, se la entregue al profesor y decidí irme, pero las dos chicas que anteriormente se habían burlado de mi se pucieron en frente mio para encararme, yo levante la frente y las mire de la misma forma que ellas lo hacían, ambas estaban muy bien vestidas, la rubia llevaba una pollera bordo con una remera mangas largas ralladas de blanco y azul oscuro acompañada de una chaqueta de cuero con tachas, en su cabeza llevaba puesto un gorro de lana bordo, y en los pies unos borcegos, mientras que la morocha llevaba puesto unos jeans ajustados de azul oscuro con una musculosa de estampado leopardo y unas botas largas marrones, ambas se miraron con una sonrisa de "y ahora que hacemos con esta" que mala impresión que me dieron pero la verdad que me sorprendieron

-Te caíste, como estas?- dijo la rubia

-fue muy gracioso, no lo tomes a mal- acoto la morocha

NOO, SOLO QUISE BESAR AL PISO PORQUE SE LO VEÍA TRISTE, pensé por mis adentros

Ambas se miraron mutuamente y se empezaron a reír, yo no entendía nada ni las intenciones que tenían así  que no tuve de otra que reírme con ellas, porque en si fue gracioso, venia toda alterada así corriendo y me olvido que había un escalón, y yo andaba con tacos así que me doble el tobillo y mis carpetas que traía en los brazos juntos con papeles se me fueron al piso junto conmigo. Se las veía muy simpáticas a las dos, tenían una sonrisa amplia y perfectamente dibujadas.

-Estoy bien, gracias- dije tímida, después de reírme fuerte

-soy Macarena- dijo la rubia

-Y yo soy Nicole- dijo la morocha

-Mucho gusto chicas, yo soy Daniela, que les pareció el examen? no las había visto antes, son nuevas?

-Q-QUÉ NOS PARECIO EL EXAMEN?, QU-É NOS ESTAS PREGUNTANDO?- dijo Macarena

-Solo quiero estar segura de lo que puse e intercambiar ideas- dije bajando la cabeza con voz tímida

-hay un chico guapisimo en el salón y vos nos salís con el examen!!!!- dijo Nicole tapándose la boca con las manos así re avergonzada 

Abrí los ojos bien grandes, supuse que hablaban de Pablo, creo que sentí algo de celos o era por que tenia hambre no se, pero me rugía el estomago

-Me miro re lindo, con una mirada jovial- dijo Nicole

-No nada que ver, a mi me sonrió y dejo que YO viera su sonrisa con sus dientes perfectamente alineados- acoto Macarena

-CHICAS!, de quién hablan?- les interrumpí la discución entre dos locas que maquinan que el mismo chico que le gusta les dio señales para que se enamoren de el.

-Del chico que se sentó atrás tuyo, al que lo miraste y *con un suspiro* también te miro- dijo Macarena

Me parecieron muy simpáticas a simple vista, con muchas ilusiones y alborotadas, eran chicas que sabían divertirse y que disfrutaban su juventud, me daba buena espina, creo que ya nos hicimos amigas porque de ahí nos fuimos a un bar cerca de la universidad y empezamos a hablar de cualquier tema tonto que con ellas era divertido, nos tentábamos juntas e intercambiábamos ideas, hasta habíamos arreglado para irnos de shopping este sábado. La verdad que si, hablaron de Pablo, me dio bronca, el tipo seducía de manera encantadora a todas las chicas, creo que me hice falsas ilusiones, no se que creer, no habíamos hablado en mucho tiempo pero no pensé que se iba a olvidar tan rápido de mi, después de todo lo sucedido.

Volví a mi departamento y Lukas me abrió la puerta

-Cómo te fue preciosa?

Que fastidioso que era, ya no lo aguantaba, no podía disimular la cara de mal gusto que me provocaba al verlo

-- dije con paso firme y continué mi camino, saque mi celular para ver si tenia un mensaje, y si, la verdad que lo tenia, uno era de Pablo, que me hizo sacar una sonrisa y olvidar el mal rato de verlo a Lukas, y el otro de Robert, peor no los pude leer porque Lukas me agarro del brazo e hizo que olvidara de los mensaje y lo mire a él.

-Qué tal si aprendes una mejor educación y tratas bien a tu prógimo?- dijo rozando mi nariz con la suya y poniendo una sonrisa maléfica

-mmm... qué tal si me dejas en paz y respetas mi espacio personal?

-A pero si yo soy muy bueno

Lo miro con el ceño fruncido tratando de percatarme por eso de "bueno"

-Ah mira vos, la verdad que vengo muy apurada y necesito hacer cosas

-Cosas?- e hizo puchero con los labios

-Si, así que PERMISO!

-Qué cosas?, si siempre te la pasas con el celular y leyendo estupideces 

me quede callada, solo lo mire fijo, CÓMO SABÍA LO QUE HACIA? 

El solo me miraba de arriba a abajo con una mirada que parecía que me disfrutaba o que me imaginaba desnuda. Me empezaba a dar miedo encerio. 



Sindrome de estocolmo, Robert LewandowskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora