Capitulo 44

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Me encontraba en la misma habitación, con sed y poca hambre, no acostumbraba mucho a comer, me dolía la cabeza, me sentía aturdida, me dolía el cuerpo por dormir en estas condiciones, el cuarto se veía oscuro, tenia miedo, mucho miedo, un viento medio helado entraba por un pequeño hueco de la pared de ladrillos con cemento. De repente, se abrió la puerta principal, mis vellos se erizaron, la puerta crujió y de mi provino un gemido sollozo 

-Shhh, tranquila- dijo una voz cálida 

-Lu-ukas- dije temblando- Qué vas a hacerme?

El encendió una luz tenue que provenía de arriba de todo, una lampara no muy grande, mis ojos se cerraron de inmediato

El camino con pasos chicos y tranquilos, no me intimidaba como antes, parecía otro 

-Te voy a poner una venda en los ojos, si?- dijo muy amable y con una sonrisa tímida

Negué con la cabeza de inmediato, estaba muy asustada- Por qué me haces esto?

-Porque me lo mando el- dijo cubriéndome los ojos, quería evitarlo, pero no iba a funcionar, yo estaba un poco decaída, y el al ser hombre tiene mucha mas fuerzas, iba a ser inútil. La ajusto bien, y se aseguro de que yo no viera nada. Al instante me llevo los brazos atrás y los ato la soga con un nudo fuerte, me queje un poco pero el pidió silencio.

Sentí unos pasos atrás de mi y supe de quien se trataba, deduje que habían intercambiado miradas y en eso Robert le habrá pedido a Lukas que se retire, si mal no interprete. Yo estaba de rodillas en ese colchón con mi vestido a espaldas de el que me asechaba.

-Veo que te comportaste como toda una sumisa- dijo desde la puerta, lo cual no quise responder, mi respiración empezó a acelerarse y me puse mas nerviosa todavía

-Espero que te comportes de la misma forma conmigo preciosa- dijo estando de pie a mis espaldas

Se agacho y se puso de cuclillas, poso su boca a centímetros de mi oído haciendo contacto con mi cuello

-Vas a venir conmigo, y vas a tomar una decisión de una buena vez- dijo en un susurro

Yo seguía sin saber que responder

-Me encantan tus labios rojos- dijo agarrándome la mandibula con su mano derecha a espaldas de mi, poso su dedo sobre mi labio inferior y lo separo del superior, luego su mano bajo hasta acariciar mi cuello, yo era muy sensible en esa parte, todo me daba cosquillas, pero esta vez no, bajo delicadamente hasta mi escote y puso su mandibula en mi hombro derecho, mi mejilla rozaba con la de el, eso me hacia estremecer, pero nunca me aleje, paso su mano rozando mi costilla izquierda y empezó a acariciar mis senos con ambas manos

-No veo las horas de que seas mi por completo- dijo en mi oído derecho

Me gire como si pudiera verlo, el que no pudiera hacerlo me intrigaba mas y me hacia soltarme mas, me encantaba en la pocision en la que estábamos, de la nada, deposito un beso fugaz en mi mejilla, sus labios estaban bien humectados y se los notaban suaves, me produjo una tímida sonrisa

-No voy a hacer tuya Robert- y deposito otro beso fugaz pero en mi comisura 

-Lo vas a hacer, por las buenas o por las malas-y después de decir esa frase, beso mis labios, pero esta vez me tranzo la boca, con lujuria y buscando mi lengua, cosa que yo no respondí porque le saque mi boca de la suya y corrí la cara para el otro lado

-Sos difícil Daniela...-Me agarro del brazo y me levanto de bruce-quiero que me acompañes a un lugar...

-Me estas lastimando-o- dije quejándome de dolor, el me apretaba muy fuerte, pero el opto por dirigirme a un lugar extraño de por ahí, me asustaba mucho ya que no podía ver nada 

-A dónde vamos?- pregunte sin esperar una respuesta de su parte. Se detuvo y supuse que me miro, me mordí el labio inferior de los nervios y me dijo:

-Yo también ansió mucho esto

Dios mio! a qué se refiere?

-Vamos, no perdamos tiempo!

me siguió conduciendo al lugar hasta que por un extraño motivo nos detuvimos 

-Llegamos- me dijo con voz firme- Podes entrar pero no digas nada hasta que yo lo autorice 

-Okay.- respondí con miedo. El empezó a desatarme la soga de las muñecas con rapidez

-Ay!- me queje de dolor

-Shh!- dijo Robert  

-Daniela?...

Mi corazón se ablando, supe que no era broma, y que Robert hablaba enserio en cuanto a las amenazas

-Dani, perdoname amiga- dijo una voz sin fuerzas de dejar escapar una lagrima mas 

Me saque la venda y vi a Anna anorexica, muy decaída, lastimadisima en su precioso y delicado rostro, su cuerpo no se veía jovial y lúcida. Mis lagrimas brotaron de mis ojos, ya no me importaba lo que había pasado, hay que dejar las diferencias en momentos como estos. Me tire al piso para darle mi cariño pero Robert me sostuvo las caderas y evito mi acercamiento, ella tenia sangre en su ropa, me vi a mi misma en un futuro no tan lejano 

-An-na, te perdono lo que sea...

Me sentía la peor amiga del mundo, yo también había sido muy dura con ella

-Es una hermosa amistad la de ustedes, pero una de las dos se va a tener que sacrificar por la otra, Daniela, vos te vas a entregar a mi o vos Anna, vas a tener que decidir entre agonizar o morir rapido

-NO!- dije en un grito espantada, no lo soportaría, era muy cruel e injusto todo esto

-Mmm, ya veo que la cosa no va a hacer como yo esperaba así que...- y al decir eso vi que busco algo en sus pantalones, pero yo me enfoque en tomarle de la mano a ella y secarle las lagrimas

-To-o-do va a est-ar bien Anna, lo prometo-o- dije temblando del miedo

-Ya tome una decisión y espero obtener tu perdón- dijo con un hilo de voz

Lukas vino y me agarro de los hombros, apartándome de ella  y permitiéndome seguirla viendo

-Daniela- dijo Robert mirándome- Sabes lo que les pasa a las chicas desobedientes?

-No-o- dije dudando en contestar

-ESTO!

Cerré mis ojos con fuerzas e intente tapar mis oídos con mis manos, pero Lukas me lo impedía, el me inmovilizo el torzo por completo. Me quede atónita y en silencio, el ruido del disparo había sido ensordecedor y traumatico. 



Sindrome de estocolmo, Robert LewandowskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora