Reporte de Misión (Aizawa Shouta x T/N) +21

Cap 12: Volver en Soledad

Las cosas se habían puesto muy tensas durante las últimas semanas en aquella casa, T/N seguía teniendo ciertos cambios. Quería gritar, tenía la necesidad de pellizcarse la cara a raíz del estrés que le había causado el encuentro con el hombre de la máscara, su cabello crecía cada vez más, dentro de poco le llegaría a la cintura, pero siempre lo mantenía recogido en una organizada bolita en la parte superior de su cabeza, dejaba que algunos rizos le decoraran la cara y al momento de cocinar los devolvía a su lugar.

Madre había cambiado de actitud desde las visitas que se hicieron más frecuentes de aquellos extraños hombres, donde el hombre de la máscara siempre preguntaba por las niñas y si había niñas nuevas. Shin había tenido episodios de paranoia y todas las mañanas despertaba sobresaltado a mitad de la hora de dormir para verificar si T/N seguía entera y estaba respirando. Cada mañana despertaba con el corazón acelerado y se acercaba a ella que dormía plácidamente junto a él, ponía sus dedos debajo de su nariz y tocaba su cuello en busca de pulso. No pudo volver a descansar en paz luego de ver lo frágil que era la vida de su hermanita, ese hombre a penas la había tocado y la había destruido por completo, fue como si la desarmara por células en cuestión de momentos. Eso lo traumatizó.

Para más inri, la chica con la que Shin solía "desestresarse" lo presionaba cada vez más para huir, pero él no quería dejar sola a Camaleón, no quería dejar aquel lugar, no quería tener que empezar de nuevo. Sin embargo, un sentimiento no le permitía negarse, sentía que si se separaba de esa mujer podría morir. ¿Acaso es esto amor?, se preguntaba. Las cosas no hacían más que complicarse, su hermanita estaba teniendo cambios terribles de humor, Madre se había enfadado porque ella se dejó tocar por aquel hombre, aunque no la había echado, dejó entender que si esa situación se repetía los dos darían a parar a la calle; T/N no hacía más que soltar lágrimas sin tan siquiera inmutarse.

A pesar de todos los contratiempos con los que su vida se estaba enfrentando, Shin no quería dejar de penetrar a Haru, ella siempre le gemía en el oído cuando apenas abrían la casa y Madre organizaba a las demás, Shin no se escabullía en la habitación de Haru, pero a veces, mientras T/N iba a la montaña, aprovechaba de asomar su cabeza por la puerta que separaba la habitación de las bailarinas para darle un beso en la frente a la mujer que se encargaba del dolor en su pantalón. Cada noche, Haru convencía a un cliente de pedir un baile privado, lo dormía con su don y luego aprovechaba el tiempo con Shin.

- Debe ser esta noche – entre gemidos y suspiros habló Haru mientras frotaba su pelvis contra el miembro de Shin -, esta noche me voy. ¿Vendrás conmigo?

- Haru... agh... yo... - el chico se esforzaba por no alzar la voz, pero el movimiento de esas caderas lo volvía loco – no puedo dejar a T/N...

- Si mencionas a esa mocosa una vez más te voy a matar – ella le tapó la boca con la mano y detuvo sus movimientos en seco -, ella estará bien aquí. Déjala. Es demasiado fea para ser bailarina, si se queda en la cocina le irá bien. Tal vez Madre la adopte y ella herede este lugar.

- Tienes razón – con brusquedad la tomó de los brazos y la puso debajo del él, le había enfadado las palabras crueles con las que se había referido a Camaleón -, no deberíamos hablar. – Comenzó a embestirla brutalmente mientras intentaba controlar los sonidos que producían el choque de sus cuerpos.

- Te prometo que olvidarás algún día cuando estemos lejos de aquí – la mujer tocó el suelo con un golpeteo rítmico -, pero por ahora. ¡Dame más!

- ¡Silencio! – él le cubrió la boca mientras empujaba más frenéticamente su miembro dentro del cuerpo de esa chica, pasó varios minutos hasta que finalmente vació su semen dentro de ella sintiéndose liberado, se recostó sobre su acompañante y se acurrucó – Bien... esperemos a que ese idiota despierte para salir de aquí.