Reporte de Misión (Aizawa Shouta x T/N) +21

Cap 24: Asco y Placer

(En este capítulo hay lemon detallado y vocabulario grotesco y vulgar. Si hay algún menor o si no te gusta el contenido de esta índole, NO LEAS EL CAPÍTULO. A partir de este punto, la historia se va poniendo más grotesca y descriptiva en cada capítulo. Lean bajo su responsabilidad y sean respetuosos. Espero que lo disfruten)

IMPORTANTE: Sé que el libro es Aizawa x T/N, pero así como él ha tenido relaciones sexoafectivas con otras, T/N puede hacer lo mismo. Si les incomoda, está bien, lo entiendo, pero espero que disfruten la lectura y entiendan que todo es por el bien de la trama.

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Diciembre había llegado y con él la gélida brisa del invierno. Aquel auto no olía mal, se veía aseado, pero T/N se seguía sintiendo incómoda en la compañía de Kasama. Kasama, ese apellido era el apellido del jefe de su mamá y ahora era el apellido de su jefe.

Se le había hecho particularmente tarde. Tres horas extras, la propina de los que se iban después de las 10pm eran sustanciosas porque los clientes sabían que las molestias ocasionadas no eran precisamente pocas, T/N tenía los bolsillos llenos y la boca seca. Hacía rato que ya habían llegado al edificio en el que ella vivía, Aizawa no estaría esta noche esperándola, detestó aquello, porque, de estar Aizawa, le diría que bajara a buscarla y podría deshacerse del señor Kasama; pero no. Tenía que estar en ese auto con aquel hombre, no era feo, pero tenía los dientes amarillos por el abuso del tabaco, todo en él olía a nicotina, ese aroma se combinaba con el fuerte perfume cítrico que usaba.

T/N estaba cansada, trabajaba de pie toda la tarde sirviendo mesas, se habría ido a pie si la fuerte ventisca invernal se lo hubiera permitido, no había logrado hacer amigas en donde trabajaba, no tenía más amigos, hablaba solo con su supervisora y con el señor Kasama cuando debía; creyó que el ofrecimiento de llevarla a casa era simple amabilidad, pero se había equivocado.

Ella había tirado de la manecilla que permite que la puerta del auto se abriera, pero esta no cedía, él la controlaba desde el panel de botones en su puerta. El silencio era incómodo, pero él tosió para romperlo. Ella pensó, Aizawa, Dabi, Bo, sálveme alguien por favor.

- Eres preciosa – el hombre mayor hablaba -, y eres una excelente trabajadora. Tú cabello es único, sé cómo ignoras a todos los demás chicos del restaurante, entiendo esas ligeras señales; y está bien. Eres joven, sientes curiosidad.

Ella no tenía la menor idea de a lo que se refería. Si no conversaba con los demás chicos era porque sabía que no podía entrar en su grupo, ellos eran estudiantes, ella solo trabajaba para vivir, alimentaba palomas y limpiaba su casa, comía cuando sentía hambre y los únicos con los que hablaba eran Aizawa y Dabi. No había señales, no había segundas intenciones, ese hombre la repugnaba, desde los trajes con sacos de colores que usaba, la grasa que mantenía estático su cabello, el sudor que rodaba por su cuello, sus manos demasiado suaves para su gusto.

Ella podría usar una salida violenta, inmovilizarlo o noquearlo y salir pitando de ahí, pero a menos que lo matara, él iría a denunciarla a la policía, e incluso si lo mataba todos la habían visto salir con él del restaurante después del cierre. Maldición, la situación era difícil.

"La mayor ventaja de una mujer está entre las piernas, sino es un arma, es un cebo que los hombres muerden con facilidad.", T/N sabía lo que él quería, podría jurar que escuchó a Bo susurrar esas palabras que tiempo atrás le había dicho. Pero el asco que le producía su jefe no era normal. Trató de hilar los pensamientos para enfocarse en lo que debía hacer y lo que no. Las armas son herramientas, para dañar o para librar una batalla, no todas las batallas son violentas, algunas son asuntos o inconvenientes difíciles y hay que encontrar un arma para salir delante de esas situaciones.