Scarlet Genius| "Él me enseño que este mundo es despiadado y también muy hermoso si sabes dónde mirar"
...
Podría pretender que solo estoy rezando ahora
Pero solo estoy de rodillas
Podría gritar, que alguien me ayude
Pero la malvada soy yo ¿no?
Solo...
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"El mundo es un lugar cruel, Scarlet, no estas lista para lidiar con toda la oscuridad de la vida, dejame cuidarte, te mostraré que Zoom no será un amo malvado, él te dará claridad, solo debes confiar en mi"
Si le pidieran a Scarlet describir como era la desesperanza, ella podía describirlo con un color: Gris, no porque ese color sea la representación abstracta de la falta de energía, de una antonomasia entre el negro y el blanco creando un color melancólico y triste.
Ella describía la desesperanza en gris, porque eso era lo único que veía en el manicomio, como un filtro frente a sus ojos que pintaba todo de este color sombrío, las gruesas pardes lograban absorber cualquier color que pudiera llegar de afuera.
Su vida, desde que tiene memoria estaba pintada de gris, en Rusia, dónde la mayor parte del año era nieve y nubes, el gris del exterior era un poco más alegre que el del lugar donde su madre la dejó abandonada cuando decía cosas que no debería saber, cuando hacía cosas que no debería hacer.
Ella nunca logró comprender del todo sus propias emociones porque siempre estaban las de alguien más, la tristeza de su madre por la partida de su padre, la melancolía de los otros pacientes al ver las rejas de la ventana, la felicidad de alguna enfermera cuando tenía una cita, el entusiasmo de los doctores cuando las terapias daban resultados.
Ahí estaban, emociones, pero ¿Cuáles eran las de ella? ¿Acaso estaba condenada a ser solo un recipiente vacío que tendría que vivir de las emociones de los demás? Su pequeña mente de niña, no lograba comprender porque no sentía nada propio.
Hasta ese momento, dónde al fin tenía libertad, dónde ya no tenía que sentir las emociones de los demás, donde podía escuchar sus propios sentimientos, pero vaya sorpresa al darse cuenta que no lograba identificar ninguno con claridad, si no fuera por Caitlin, ella estaría perdida.
Ahora, su vida gris estaba pintándose de colores, amarillo para la sensación de alegría que recorría sus cuerpos cuando estaba con sus amigos, cuando lograban atrapar a algún meta humano, azul cuando sentía que estaban perdiendo, rojo cuando sentía ese aceite hirviendo en sus entrañas cuando Harry le hablaba feo.
Poco a poco empezaba a darle colores a sus emociones, pero ahí seguía ese gris, más fuerte que todos los demás, un color que estaba empezando a despreciar por todos los malos momentos que le traía a la memoria, el gris lo estaba empezando a asociar con el pasado, con los experimentos, con las torturas del manicomio.
Se prometió que nunca más se vería dominada por el gris, que su vida sería solo colores más vivos, que pudiera relacionar con momentos agradables, como el rosa intenso que sintió en sus células al besar a Harry, sonrió un poco, recordando ese momento.
—¿Estas bien? —pregunta Cisco viéndola fijamente y Harry deja de pasear por el lugar para verla
—Si, solo, no lo sé, verme a mi misma...con el cabello oscuro, con esa mirada triste, no lo sé, me trajo recuerdos
