"Si,claro, fascinante, no puedo esperar para conocer a este "encantador" Wells"
Esos últimos días, Scarlet vivía en un sueño, Harry era más abierto con ella con respecto a sus sentimientos y emociones, de hecho, hasta en lo que pensaba, sentía que el vinculo entre los dos se fortalecía con cada acercamiento que el científico hacia por ella, en vez de alejarse y retraerse como lo hubiera hecho en el pasado cuando Scarlet le preguntaba por el entrenamiento de Jesse, ahora, le contaba todas sus frustraciones y preocupaciones, pero al mismo tiempo el orgullo que sentía por ver a su hija crecer y querer convertirse en alguien tan altruista y buena como para desear salvar a la ciudad o a personas que no conoce.
Y cuando Harry hacía eso, cuando se abría más hacía Scarlet y decidía decirle todo lo que albergaba su mente, sentía un alivio en sus hombros, como si, al hablar, al sacar lo que lleva dentro y compartirlo con la pelirroja, se sintiera bien, se sintiera como si al fin estuviera completo y tuviera un peso menos de encima y ahora, no se veía en un día en el que no decidiera contarle todo a Scarlet cuando estaban a solas.
Sus charlas eran nocturnas, cuando cenaban o se alistaban para ir a dormir o cuando ya estaban en la cama, murmuraban, se reían en silencio y se observaban por horas mientras hablaban, Scarlet amaba el brillo que aprecia en los ojos de Harry cuando le contaba todo lo que Jesse había avanzado ese día y Harry amaba la sonrisa que tenía Scarlet cuando le escuchaba con atención.
Estaban aprendido a estar en una relación, estaban aprendiendo a ser un equipo y aunque cometían errores a veces, aunque daban un paso atrás, siempre encontraban la manera de volver hacia adelante, juntos, tomados de las manos y sin volver a cometer errores pasados.
Todo iba como viento en popa y Jesse quien una que otra noche pasaba por la habitación de ellos, sonreía con ternura al escuchar la risa de Harry y la de Scarlet, era raro escuchar a su padre reír tan sinceramente, sin sarcasmo, sin burla, sino con cariño y genuina alegría, Scarlet hacía de su padre un hombre mejor y agradecía al universo o lo que fuera, por haberla puesto en sus vidas.
Y tanta era la felicidad que sentía, que Scarlet, no quería arruinarla comentándole a Harry o al resto del equipo lo que le sucedía, de como las voces que escuchaba en su cabeza se incrementaban mucho, era su telepatía que estaba fuera de control sin razón alguna.
No es que quisiera minimizar su situación o ser egoísta y no decirle nada a Harry por algún tipo de venganza mezquina como cuando él la hacía de lado a ella en sus problemas, pero es que, Scarlet no quería compartirlo con el resto del equipo porque todo estaba en paz, todo eran risas, alegría y alguno que otro meta humano causando problemas.
¿Quién era Scarlet para arruinar el ambiente de alegría que habitaba en el córtex? Decir algo sería romper la burbuja de felicidad en la que todos se encontraban por tenerlos de vuelta, aunque sea solo por algunos días, Scarlet se decía a si misma todas las mañanas que podía soportar el dolor de su cabeza, que podía soportar los gritos en sus oídos y el temblor en sus manos mientras estaban ahí, pronto se irían y todo volvería a la normalidad sin causar molestia alguna.
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Scarlet Genius||Harry Wells
FanfictionScarlet Genius| "Él me enseño que este mundo es despiadado y también muy hermoso si sabes dónde mirar" ... Podría pretender que solo estoy rezando ahora Pero solo estoy de rodillas Podría gritar, que alguien me ayude Pero la malvada soy yo ¿no? Solo...