Scarlet Genius| "Él me enseño que este mundo es despiadado y también muy hermoso si sabes dónde mirar"
...
Podría pretender que solo estoy rezando ahora
Pero solo estoy de rodillas
Podría gritar, que alguien me ayude
Pero la malvada soy yo ¿no?
Solo...
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"Eres el color de mi mundo, su sonido, sus canciones...a veces hay momento en los que vuelan chispas y puedo ver las estrellas en tus ojos, todo el mundo se une y se convierte en un corazón que fluye por nuestras venas"
En el lienzo de los días, Scarlet y Harry pintaban con ilusión el retrato de su boda. Sus corazones palpitaban al unísono, tejiendo sueños y anhelos en cada conversación y cada mirada. Pero como en toda obra de arte, surgían pequeñas pinceladas de diferencias que daban color y textura a su proceso creativo.
En su hogar, rodeados de catálogos y muestras, se sumergieron en la elección de los colores que adornarían su día especial. Scarlet, con su espíritu vivaz, se inclinaba hacia tonalidades vibrantes y audaces, mientras que Harry, con su sereno temple, prefería colores más suaves y sutiles. Sus debates amorosos resonaban en el aire, creando una sinfonía de armonía y diversidad.
—Harry, ¿te imaginas un estallido de colores en nuestra boda? Quiero que cada rincón brille con vida y energía—señala una paleta de colores pasteles y hermosos, haciendo sonreír a Harry quien creyó que después de Tess, no iba a volver a realizar una boda.
Pero el proceso de hacerlo junto a Scarlet era lo único que quería hacer en sus días, no lo había hecho con Tess, su difunta esposa fue quien se había encargado de todo, pero Scarlet no era así, ella quería involucra a Harry en cada una de sus decisiones, porque era la boda de ambos, no solo de ella y eso, calentaba de ternura el interior del científico.
—Entiendo tu pasión por los colores vivos, pero también me gustaría que haya un toque de serenidad. ¿Qué te parece si encontramos un equilibrio entre ambos?
Y así, entre risas y susurros, encontraron el punto medio donde sus gustos se entrelazaron, creando una paleta única que reflejaría su amor en cada detalle.
Pero las diferencias no solo se manifestaban en los colores, también en los sabores. La elección del pastel se convirtió en un desafío tentador. Scarlet, amante de los sabores exóticos, soñaba con una fusión de dulces exquisitos que deleitara a los invitados. Mientras tanto, Harry, amante de los clásicos, anhelaba un pastel tradicional que evocara la nostalgia y los recuerdos.
—¿Qué te parece un pastel de frutas tropicales con un toque de chocolate amargo? Sería una experiencia inolvidable para todos—pregunta con los ojos rebosantes de brillos por la emoción del momento, Harry acaricia su mejilla
—Cariño—era raro que él se dirigiera a ella en un apodo cariñoso típico entre parejas, pero en las últimas semanas, eso hacía cada vez que se sentaban a hablar de la boda y eso, le encantaba a Scarlet—entiendo tu pasión por la innovación, pero también quiero que nuestra boda transmita un sentido de familiaridad y arraigo. ¿Podemos encontrar un punto medio entre lo clásico y lo exótico?
Es que Harry no estaba seguro de que un pastel así, fuera del gusto para todos, incluido él en persona. Y así, con paciencia y amor, exploraron opciones que combinaban lo tradicional y lo aventurero, creando un pastel que fusionaba la dulzura del pasado con la emoción del futuro.
