Scarlet Genius| "Él me enseño que este mundo es despiadado y también muy hermoso si sabes dónde mirar"
...
Podría pretender que solo estoy rezando ahora
Pero solo estoy de rodillas
Podría gritar, que alguien me ayude
Pero la malvada soy yo ¿no?
Solo...
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"Enséñame, Harry... Corrompeme si hace falta, castigame si soy mala alumna"
Scarlet sonreía con las mejillas sonrojadas mientras las manos de Harry la redaban y reposaban en su abdomen, sentía su aliento rozar su oído mientras le explicaba algo de bioquímica, había avanzado mucho en lo que a ciencias se refería y eso la emocionaba, pero ahora, no podía concentrarse mucho por su presencia, su aroma, su embriagante ser que la mareaba.
—No me abraces así—murmura con un hilo de voz
—¿Por qué? —sus labios rozan su cuello y su piel se pone de gallina
—Porque siento un cosquilleo en mi estomago—su cuerpo totalmente recargado contra el de él, el calor de sus manos lograba traspasar la tela de su ropa y sentirla en su piel
—¿Solo en tu estomago? —pregunta, divertido al sentirla temblar entre sus brazos, Scarlet carraspea con el rostro rojo.
—Sigamos con esto—pide avergonzada y Harry sonríe, como solo puede sonreír cuando esta con ella, la única responsable de que se sintiera feliz a pesar de que Jesse había huido.
Mientras Harry envuelve a Scarlet en sus cálidos brazos por detrás, una corriente eléctrica recorre su cuerpo, como si fueran partículas cargadas danzando en perfecta armonía. Su cercanía despierta un vendaval de sensaciones en lo más profundo de su ser, como una fusión de átomos que se entrelazan en un abrazo cósmico.
Susurros de palabras científicas, como ecos resonantes, acarician el lóbulo de su oído y penetran en su mente como ondas sonoras que se propagan en un laboratorio de emociones. Cada palabra se convierte en una sinfonía de conocimiento y pasión, desatando una explosión de sentimientos en su interior.
Las palabras de Harry se convierten en un código secreto, un idioma que solo ellos dos entienden. Cada sílaba pronunciada se convierte en una partícula cargada de significado, transmitiendo conocimiento, amor y complicidad. Los conceptos científicos se mezclan con la dulzura de su voz, creando una sinergia única que despierta la curiosidad y la devoción en el corazón de Scarlet.
Mientras su cuerpo se funde con el de Harry, Scarlet siente una conexión profunda, como si fueran átomos enlazados por fuerzas invisibles. Su piel percibe el calor que emana de él, como si fuera una reacción exotérmica que calienta cada fibra de su ser. La energía fluye entre ellos, como electrones saltando de una órbita a otra, creando un circuito de amor y pasión.
En ese abrazo, Scarlet experimenta una explosión de emociones, como si estuviera inmersa en un experimento sensorial. Cada caricia de sus manos, cada aliento compartido, desencadena reacciones químicas en su cuerpo, liberando endorfinas y creando un éxtasis emocional.
En ese momento, Scarlet se siente envuelta en un universo propio, donde la ciencia y el amor se entrelazan en una danza cósmica. Su corazón late al ritmo de las leyes naturales, mientras sus pensamientos se desvanecen en el éter del conocimiento y el amor.
