Aunque Luke estaba casado, disfrutaba de coquetear con todas las mujeres que conocía y continuamente cambiaba de novia.
Cosas como esta eran bastante comunes en las familias ricas. Y teniendo en cuenta que a su madre no le importaba, a Charis tampoco parecían interesarle los asuntos de su padre.
Después de todo, Luke había sido un buen padre y ambos se llevaban muy bien. Él jamás le había prohibido nada y hacía hasta lo imposible por complacerla.
Al darse cuenta de que Jocelyn volteaba constantemente hacia atrás, Luke sonrió y acarició su impecable rostro: "¿Qué tanto miras, eh? ¿Hay algo que quieras decirme?".
"¿Conoce a esa chica, señor Turner?", Jocelyn preguntó en voz baja.
Entonces, Luke se dio la vuelta, solo para encontrarse con su hija. Ante esto, él desvió rápidamente la mirada, se levantó de su asiento y dijo: "Ven, vamos a saludarla".
Pero justo cuando Jocelyn iba a responder, el hombre ya la arrastró hacia Charis.
Esta última arqueó una ceja y miró a Jocelyn de la cabeza a los pies antes de curvar sus labios en una sonrisa. "Buena elección, papá", bromeó ella.
Totalmente desconcertada, Jocelyn le devolvió el gesto con torpeza, pues jamás había estado con un hombre casado. Por si eso fuera poco, la hija de Luke tenía más o menos su edad. De inmediato, ella agachó la cabeza, muerta de vergüenza. Independientemente de lo dura que fuera, conocer a la hija del hombre con el que salía era bastante incómodo, ¡solo quería que se la tragara la tierra!
Con una sonrisa orgullosa, Luke extendió la mano y las presentó: "Ella es mi hija, Charis. Acaba de regresar del extranjero. Y ella es Jocelyn Lind".
Levantando las cejas con sorpresa, Charis la saludó: "Hola. Gusto en conocerla".
"¿Ya pidieron de comer? Viendo que estamos aquí reunidos, ¿por qué no cenamos juntos?", Luke sugirió sin dejar de sonreír. A juzgar por su expresión, Jocelyn podía decir que el hombre adoraba a su hija. Sintiéndose más relajado, él se desabrochó el cuello de la camisa, se aflojó la corbata y se sentó.
Sin más opción, Jocelyn hizo eco de sus actos y suspiró.
"Veo que su apellido es Lind. Eso me recuerda a una chica en nuestra compañía; su nombre es Janet Lind", como a Charis le encantaba conversar, nunca habría un momento de silencio incómodo a su lado.
Después de una breve pausa, Jocelyn forzó una sonrisa y respondió: "La conozco bien. Ella solía ser mi hermana, pero mis padres la echaron de nuestra familia".
Como era de esperar, sus palabras despertaron el interés de Charis, quien dijo: "Vaya, ¡qué sorpresa! Honestamente, he escuchado algunos rumores no tan buenos de su hermana en nuestra empresa. ¿Podría contarme más sobre ella?".
Como era de esperarse, Jocelyn se abrió como una caja de pandora con Charis, hablando pestes de Janet.
Al escucharla, Charis concluyó que Jocelyn odiaba a Janet con locura. Y al no parecer una chica demasiado inteligente, ella sintió que sería fácil sacarle provecho.
"¿De verdad? No tenía ni idea de que Janet fuera una persona así. De hecho, debo admitir que hasta me caía bien, pero después de enterarme de lo que es capaz, ya no sé ni qué pensar", murmuró Charis, fingiendo estar decepcionada.
"Será mejor que tenga cuidado con Janet. ¡Es una mujer tan vengativa!", Jocelyn replicó mientras tomaba la mano de Charis, hablando como una madrastra preocupada.
Resistiendo sus ganas de reír, Charis asintió convencida: "No se preocupe, soy más superior que Janet. Ella no podrá hacerme daño de ninguna manera".
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Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)
RomanceJanet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de...