Capítulo 40

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La temperatura había bajado después de la fuerte lluvia, por lo que refrescó un poco.

Tan pronto como Janet sacó la llave para abrir la puerta, escuchó pasos y el crujido del plástico detrás de ella, y justo cuando estaba a punto de darse la vuelta, una sombra negra la envolvió.

Su cuerpo se puso rígido y su corazón comenzó a acelerarse de terror.

'¡Oh, Dios! Espero que Ethan ya haya regresado a casa', oró para sus adentros.

Por inercia, ella agitó su bolso para atacar, pero la figura alta rápidamente la esquivó.

No obstante, el cuerpo fuerte del hombre la presionó contra la puerta, de modo que su respiración constante sopló muy cerca de ella. Por si eso fuera poco, podía sentir el aumento de la temperatura del cuerpo de este. De pronto, él colocó el cabello largo de Janet detrás de su oreja y besó suavemente la parte posterior de su cuello.

"Mi esposo está adentro. Si te atreves a ponerme un dedo encima, ¡él te matará a golpes!", soltó ella con su voz temblando de miedo.

"¿Tienes otro marido?". Al escuchar la voz familiar, Janet finalmente respiró aliviada, y dándose la vuelta inmediatamente, le pellizcó el brazo. "Eso no fue gracioso. Estaba tan asustada que el corazón se me iba a salir por la boca".

"Lo siento. Entremos, ¿sí?", dijo Ethan con una sonrisa y revolviéndole el cabello antes de inclinarse para abrir la puerta.

No bien entraron al apartamento, él la agarró por la cintura y los dos cayeron sobre el sofá.

Janet gimió cuando él le dio besos en la oreja y la clavícula fuerte y agresivamente. "Te echo mucho de menos. Ya acordamos dormir en mi habitación esta noche", dijo él sin aliento.

Sin embargo, Janet no recordaba haber estado de acuerdo con eso.

"No. Tengo algo importante que decirte. Por favor, escúchame. Brandon me envió mensajes nuevamente", soltó ella habiendo girado la cabeza hacia un lado y con las orejas enrojecidas.

Entonces le contó a Ethan lo que había sucedido en la empresa, y tras escuchar todo, él hundió la cabeza en el hueco del cuello de Janet. "Es bueno que tu jefe esté dispuesto a ayudarte. Estoy seguro de que él puede resolver el problema".

"Pero todavía no entiendo por qué quiere ayudarme. De hecho, le tengo un poco de miedo", dijo Janet al tiempo que sacudía la cabeza con curiosidad.

"Estás pensando demasiado. Como CEO, él primero debe proteger los intereses de la empresa, y tal vez no quiera que tus problemas personales se interpongan en tu trabajo. Resolver un problema tan trivial sería pan comido para él".

Janet le lanzó una mirada escéptica, sintiéndose decepcionada por el abatimiento.

Ethan siempre estaba tranquilo cada vez que ella mencionaba a Brandon. Es decir, él era un marido posesivo, pero parecía tolerante respecto a su jefe, y ella no podía entender por qué.

Los ojos insondables de Ethan se clavaron en los de ella, y con una sonrisa, le mordió el lóbulo de la oreja mientras la envolvía en sus brazos. "¿No dijiste que cocinarías algo delicioso para mí? ¿O quieres ir a mi habitación primero?".

Él se preguntó si ella sería capaz de salir después de que entraran.

Enseguida las pestañas de Janet revolotearon, y parpadeando, lo apartó con timidez. "No tenemos nada en la nevera. Espérame aquí, iré a comprar algunos ingredientes".

Ethan se apretó contra ella, y con las esbeltas piernas de Janet envueltas alrededor de su cintura, agarró los dedos que descansaban sobre su pecho y los besó. "No compres nada, yo solo quiero comerte a ti. ¿Me dejas?".

Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora