Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)

Capítulo 187

Tasha, Janet y Ethan se encontraron en una cafetería.

"Creo que Seth esconde algo en su computadora portátil", le dijo Tasha a Ethan, sin preámbulos.

Con una sonrisa torcida, continuó hablando: "¿Sabes cómo hackear una computadora? He sido ama de casa por mucho tiempo, así que no sé nada de tecnología. Una vez, lo vi escribir unas contraseñas para desbloquear su portátil. ¡Pero no me atrevería a intentar ingresar a ella sin ayuda profesional!".

Como llevaba varios años casada con Seth, le resultaba difícil y avergonzado admitirles a otras personas que no sabía nada sobre él.

"Es sencillo", devolvió Ethan. Se quedó pensando un momento y, luego, dijo: "Haré que alguien te envíe una memoria USB en unos días. Siempre que puedas conectarlo a su computadora, el virus que está en la memoria anulará los cortafuegos y copiará toda la información que haya. Pero, si tiene muchos archivos, el proceso puede llevar mucho tiempo. Por lo tanto, debes encontrar la oportunidad perfecta para hacerlo".

"¡Dios mío! Gracias", respondió Tasha, asintiendo con entusiasmo.

Luego, agachó la cabeza y observó en silencio el delicado pastel en forma de melocotón frente a ella.

"¿Cómo has estado? Escuché que Julia se mudó a la casa de los Lester. ¿Nadie se opuso?", inquirió Janet, al verla tan triste. Su pregunta estaba relacionada con los chismes que había oído en las noticias esa mañana.

Los paparazzi en Seacisco tenían que agradecerle a Seth por todo el material que les estaba dando. Incluso tenían una columna sobre su aventura con Julia.

Tasha soltó un largo suspiro y, luego, tomó un trozo de pastel con el tenedor. Entonces, con un nudo en la garganta, explicó: "En estos momentos, solo nosotros estamos viviendo en la casa de los Lester. Nora está en un hospital privado y Patrick prácticamente vive en la oficina por todo lo que ha pasado. Ahora, Seth es el verdadero dueño de la casa".

La otra joven guardó silencio, ya que no tenía idea de cómo consolarla.

Ahora que Tasha era madre, le daba la impresión de que era más fuerte que cuando estaban en la escuela.

Janet siempre había tenido una buena impresión de ella: le parecía una persona tranquila y amable, y jamás actuaba como una arrogante dama rica.

"Ten cuidado. No te saldrás con la tuya si Seth descubre que lo estás traicionando", advirtió Janet, con una expresión preocupada. Luego, se estiró para acariciar la mano de su amiga con ternura. Se compadecía de ella.

Tasha sonrió apenas. Daría lo mejor de sí y tendría cuidado. Sin embargo, el resto solo podía dejarlo en manos del destino.

Dos días después, Tasha recibió la memoria USB de Ethan. La mantuvo oculta y le prestó suma atención a su esposo cada vez que estaba en casa, esperando la oportunidad de atacar.

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El día estaba nublado y las gotas de lluvia aún cubrían el cristal de la ventana tras aquella lluvia torrencial.

En un hotel en algún lugar de Europa, una nerviosa Laney daba vueltas dentro del baño de su habitación. Tenía un nudo en la garganta y sentía que le faltaba el aire.

No podía dejar de mirar la prueba de embarazo que descansaba sobre el lavabo.

No podía estar embarazada. Tomó un anticonceptivo de emergencia al día siguiente de haberse acostado con Garrett.

Sin embargo, su período, que siempre había sido puntual, aún no había llegado. No tardó en darse cuenta de que algo andaba mal.

Al principio, se lo atribuyó al estrés. No obstante, cuando pidió un bistec poco hecho, sintió náuseas al ver la sangre.