Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)

Capítulo 60

Aunque cualquiera que la escuchara podría decir que Tiffany solo le estaba explicando los hechos a Janet, la verdad era que también estaba poniendo a Emani en su lugar. Hacía un tiempo, ellas habían trabajado juntas. La actriz le había parecido muy arrogante desde el principio y no le cayó nada bien a la mujer. Por ende, ella no podía quedarse de brazos cruzados viendo cómo Emani humillaba a su compañera de trabajo.

Después de escuchar a Tiffany, tanto Emani como su asistenta se quedaron sin palabras.

Por su parte, Janet estaba igual.

¡Jamás se imaginó que la ropa que Brandon le dio fuera tan cara!

De hecho, Emani estaba tan avergonzada que ni siquiera la gruesa capa de maquillaje en su rostro pudo cubrir sus mejillas enrojecidas. Sin decir más, ella se dio la vuelta para irse.

Pero antes de que pudiera dar un solo paso, Tiffany la detuvo: "¡No se vaya, señorita Gomez! Escuché que la diseñadora de ese fabuloso vestido vendrá esta noche. Dijo que era amiga suya... ¿Qué tal si vamos con ella y conversamos?".

Como era de esperar, Emani sintió que sus manos se empapan de sudor ya que solo había estado fanfarroneando antes. Ni siquiera había podido pedir prestado un vestido decente para la fiesta, por lo que era obvio que no conocía a la diseñadora.

"Gracias, pero surgió algo urgente y tengo que irme", con eso, Emani forzó una sonrisa y se giró de nuevo para escapar lo más rápido posible de ahí, no sin antes echarle un último vistazo a Janet. Creyendo que se trataba de una chica común y corriente, la soberbia actriz había humillado a Janet sin temerles a las consecuencias, aunque ahora parecía que había cometido un error.

Al ver que los espectadores ya se habían ido, Tiffany caminó hacia Emani y la alcanzó: "Voy a darle un consejo; quítese ese vestido básico. Usted es una celebridad, ¿no cree que debería vestirse mejor que 'una simple empleada', como le dijo a Janet?".

"Sí, tiene razón, señora Fisher. Gracias por el consejo", Emani estaba secretamente furiosa, pero no había forma de que negara que el vestido de Janet era bastante costoso. Probablemente, esta mujer era más que una empleada común y corriente. Furiosa, la actriz se limitó a irse temblando de coraje hacia el baño para cambiarse de ropa, acompañada de su asistenta.

¡Esta tal Janet se las iba a pagar tarde o temprano!

"¿Qué buscas, eh?", Tiffany cuestionó a Janet, quien parecía estar buscando algo.

"Oh, no es nada... De todos modos, gracias por su ayuda, señora Fisher".

Ante esto, Tiffany se encogió de hombros con indiferencia, le sonrió y se fue.

Entretanto, Janet se quedó en su lugar y siguió esperando afuera del baño de hombres, donde Ethan llevaba un rato dentro.

Justo cuando consideraba llamarlo, en el otro extremo del pasillo, las luces se apagaron de repente y solo un foco deslumbrantemente blanco iluminó el escenario.

La audiencia aplaudió y todos se giraron para enfocarse en el hombre alto arriba del escenario.

A juzgar por su figura, Janet supo que se trataba de Brandon. Usando un antifaz negro y un elegante traje, él pronunció un sencillo discurso de apertura.

"Por último, pero no menos importante, disfruten de la noche", tan pronto como él terminó de hablar, las luces se encendieron nuevamente, Brandon descendió del escenario y desapareció detrás de la cortina negra.

Intrigada, Janet quiso saber a dónde había ido y si se quedaría para el baile más tarde, aunque no había forma de conocer sus planes.

Ahora que Brandon se había marchado, ella retiró la mirada del escenario y volvió a concentrarse en la puerta del baño de hombres, esperando a Ethan.