Capítulo 125

691 33 3
                                    


Las palabras de Emily sorprendieron a todos los presentes. Después de todo, nadie sabía que Janet se había casado.

"¿Eso es cierto, Janet? ¿De verdad estás casada? ¿Por qué no nos dijiste?".

"¿Y cuándo fue la boda? No nos invitaste a ninguno...".

Janet le lanzó a Emily una mirada molesta y luego sonrió avergonzada. "Bueno, la verdad es que fue todo muy deprisa y solo fuimos a la iglesia; por eso no los invité".

Mientras hablaba, se dio cuenta de que Emily había organizado la reunión de clase por una razón: presumir que se había casado con un hombre rico.

Cuando recibió su entusiasta invitación, pensó que la enemistad que tenían había desaparecido. No sabía que su compañera estuviera buscando una excusa para mostrar su superioridad.

"¿Y dónde está tu esposo? Parece que no te está yendo demasiado bien, ¿no?". Con sus esbeltas piernas cruzadas, Emily se rio entre dientes.

Janet le echó un vistazo a las medias negras de seda y al vestido de marca. ¿Qué había quedado de la Emily de antes?

Pensando en eso, la miró con calma y respondió: "Para nada, estoy muy feliz".

Apoyando la barbilla en la mano, Emily miró su perfil y preguntó deliberadamente: "¿A qué se dedica tu esposo?".

Janet supo al instante lo que estaba tratando de hacer y reprimió el impulso de poner los ojos en blanco.

"Ahora mismo tiene un trabajo de medio tiempo", contestó con tranquilidad.

Al escuchar eso, los ojos de Ella se iluminaron. Le costó trabajo contener la sonrisa complaciente que amenazaba con aparecer en su rostro. Poniendo su mano sobre la de su compañera, fingió una mirada de preocupación. "Vaya, tu vida debe de ser complicada, ¿no? Con lo hermosa que eres y las buenas notas que sacabas en la universidad. ¿Por qué te conformaste con un hombre así?".

Aunque no lo dijo en voz muy alta, todos la escucharon claramente.

Mientras tanto, Janet bebió un sorbo de agua y se encogió de hombros con indiferencia. "No me puedo quejar de mi esposo, me trata muy bien".

Al mismo tiempo que hablaba, su expresión se suavizó como si estuviera pensando en algo feliz, y no pudo evitar sonreír.

La sonrisa complaciente de Emily se congeló, pensando que debía de haber un malentendido. No le cabía duda de que el hombre con el que se casó Janet era mucho peor que el de ella. Siendo ese el caso, ¿a qué venía esa sonrisa?

"En mi opinión, lo mejor es casarse con un hombre rico. El dinero ayuda a superar el noventa y nueve por ciento de los problemas maritales. Prefiero ser una ama de casa rica que trabajar todo el día", intervino Emily con ímpetu y seguridad.

Muchos de sus compañeros se mostraron de acuerdo con ella. "Janet, eres una mujer joven y hermosa. ¿Por qué te casaste tan pronto? Deberías haber invertido algo más de tiempo tanteando otras opciones. Hay muchos peces en el mar".

"Janet era un poco aburrida siendo estudiante; no esperaba que siguiera así después de graduarse".

Esta negó con la cabeza vigorosamente. "No veo nada malo en mi matrimonio", se limitó a exponer.

Emily, por su parte, se llevó las manos a la boca y se disculpó falsamente: "¡Uy, lo siento! Nuestra intención no fue ofenderte. Solo queríamos hacerte saber lo importante que es casarse con un hombre que pueda mantener a su familia".

Dicho eso, hizo una pausa de varios segundos y miró a Janet de arriba abajo, con un dejo de burla en sus ojos. "De lo contrario, te verás obligada a usar ropa barata para asistir a las reuniones de clase".

Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora