A pesar de saber que Janet podría estar dando sus últimos suspiros, Charis se mantuvo tan apacible como de costumbre. Al final de cuentas, para ella, esto no era muy diferente de pisar accidentalmente una hormiga.
Además, si Janet moría, la policía iría tras Fiona y Jocelyn, pues ella no había participado directamente en el accidente.
Un minuto después, Ethan salió del baño, regresó a su asiento y miró su teléfono como si algo se le hubiera ocurrido.
Solo bastó una mirada para que Charis se diera cuenta de que estaba preocupado por Janet y probablemente quería llamarla. ¡Cómo deseaba retroceder el tiempo y hacer algo para que él jamás conociera a su estúpida esposa! '¿Qué tiene de genial esa tipa?', Charis se preguntó con una ligera mueca en los labios. Excepto su bonito rostro, ella no podía pensar en ninguna otra gracia que Janet pudiera tener.
"Estás preocupado por tu esposa, ¿verdad? ¿Han planeado tener una cita? Discúlpame, jamás fue mi intención retenerte con este asunto. Terminémoslo lo antes posible para que puedas volver a casa".
Habiendo dicho eso, Charis le sonrió a modo de disculpa y puso una expresión avergonzada. Era bien sabido que a los hombres les gustaban las mujeres consideradas, por lo que ella decidió distraerlo para no despertar sus sospechas.
"Por cierto, ¿de qué querías hablar conmigo hace un momento?".
Al no sentir nada malo en absoluto, Ethan recogió los papeles de su escritorio y respondió: "Tú conoces muy bien el mercado extranjero. He analizado algunos documentos y me gustaría que les echaras un vistazo.
¿Puedes encontrar una solución basada en esto?".
Mientras las horas avanzaban, el río había comenzado a cubrirse con una espesa capa de niebla.
"¿Qué pasó? ¿Nadie contestó la llamada?", Laney preguntó con desconcierto mientras se movía para mantener su cuerpo caliente. Entretanto, el humo salía de su boca cuando tiritaba, anunciando que la temperatura estaba bajando cada vez más.
Janet estaba igual de sorprendida que la joven, ¡no esperaba que Ethan le colgara! Él siempre había respondido a sus llamadas sin importar las circunstancias.
Sintiéndose abatida, agachó la cabeza y suspiró.
"Supongo que mi marido está ocupado", en cuanto dijo esto, un ataque de estornudos se apoderó de Janet. Enseguida, hizo una pausa para frotarse la nariz y continuó: "Será mejor que llame a la policía para pedir ayuda".
"¡Apresúrese, señorita Lind!", la exhortó Laney, "Siento que su teléfono podría apagarse en cualquier momento".
Janet asintió y se frotó las palmas de las manos, las cuales se habían entumecido por el intenso frío. Sin embargo, en ese instante, su celular parpadeó y la pantalla se volvió totalmente negra.
"Usted tenía razón...", ella gruñó con frustración, poniéndose de cuclillas en la arena. Ahora, su teléfono estaba completamente roto.
Aunque ambas mujeres hicieron todo lo posible, no pudieron encender sus celulares.
"Lo único que nos queda por hacer es esperar a que llegue el equipo de rescate", murmuró Laney, mirando el río que parecía ser infinito y la interminable oscuridad.
Este había sido un accidente de tráfico, por lo que el equipo de policía sin duda revisaría el río. No obstante, considerando que fueron arrastradas por el agua y habían terminado en el otro extremo, Laney no estaba segura de que pudieran encontrarlas pronto.
Pero el mayor problema en este momento no era eso, sino el frío. La temperatura había bajado drásticamente y se volvería más fría conforme avanzara la noche.
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Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)
RomanceJanet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de...