Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)

Capítulo 24

"Bueno... Gracias". Tras sus palabras, Janet pasó la punta del dedo por el borde de su taza antes de tomar un sorbo de café. En ese momento, tenía los labios ligeramente fruncidos. Sin embargo, pensó que Ethan solo lo había dicho para reconfortarla, así que decidió no tomar en serio sus palabras.

En cualquier caso, no había duda de que ella estaba en una situación terrible. Definitivamente, Jocelyn tenía más cosas reservadas para ella en el futuro. Aun así, por el momento, Janet solo quería concentrarse en mantener su trabajo.

Después de volver de Compañía Color, Tiffany eligió los borradores de otro diseñador para presentarlos.

Al día siguiente, ella convocó una reunión e hizo el anuncio. "Compañía Color finalmente aprobó los borradores. Todos han hecho un buen trabajo. Es más, como trabajaron mucho, el café y los postres corren de mi cuenta. Pidan lo que quieran. El día de mañana se celebrará otra conferencia y vendrá un representante de la Compañía Color para hablar de los planes detallados de este proyecto. Por supuesto, todos ustedes están obligados a asistir. Asegúrense de llegar a tiempo".

"La persona que toma las decisiones en esa compañía tiene un gusto horrible", le susurró una colega a Janet una vez que se dio por terminada la reunión. "Creo que tus diseños son mucho mejores".

En realidad, Janet se esperaba más o menos este resultado. Sin embargo, eso no significaba que no le entristeciera que su arduo trabajo se desperdiciara. Aun así, disimuló su decepción y esbozó una sonrisa. "Quizá no les guste mi estilo".

"Qué mala suerte", suspiró la otra mujer. "Realmente pensé que esta vez tendrías una gran oportunidad".

Al día siguiente, la reunión con la gente de Compañía Color comenzó como estaba previsto.

Naturalmente, Jocelyn acudió al Grupo Larson en nombre de la empresa.

"¿Está satisfecha con los diseños esta vez?", preguntó Tiffany con calma, mirando fijamente a Jocelyn.

"Sí, estoy muy satisfecha. Seguro que esta diseñadora se ganará un lugar en la industria. Por cierto, quiero conocerla. Tengo la intención de ampliar nuestra colaboración en el futuro".

Con sus palabras, Jocelyn hojeó el portafolio, tomando hojas para estudiar los bocetos. Mientras lo hacía, el enorme anillo de diamantes que llevaba en el dedo brillaba a la luz del sol.

"Gracias por sus amables palabras". La joven diseñadora se arregló el cabello detrás de la oreja y se levantó.

Por supuesto, ella se sentía inmensamente halagada, pero al mismo tiempo, no pudo evitar sentir que una punzada de culpabilidad en el pecho. Después de todo, incluso ella siempre había pensado que los diseños de Janet eran extraordinarios, y mucho mejores que los suyos.

"¿Por qué me das las gracias? Lo has conseguido con tu talento. No hay duda de que el diseño anterior que me presentaron estaba muy lejos de este. Ese era anticuado y aburrido. No tenía nada de especial. De hecho, no podía creer que alguien hubiera desperdiciado tinta y papel en unos garabatos tan patéticos. No entiendo por qué su departamento recibió a una persona así en primer lugar".

Al instante, Jocelyn volvió a guardar los papeles en la carpeta y tomó un sorbo de café. Sus movimientos hicieron que su pulsera Chanel tintineara contra su reloj Cartier.

Entretanto, todos guardaron silencio y miraron disimuladamente a Janet. Tenían claro que Jocelyn la estaba insultando a propósito.

Ante todo esto, Janet se limitó a agarrarse la falda y a bajar la mirada, sin decir nada.

Ella era dolorosamente consciente de que Jocelyn estaba allí para humillarla delante de los demás.

Pero ahora la mujer era su cliente, y si Janet se defendía, solo empeoraría las cosas.