Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)

Capítulo 94

En el Aeropuerto Internacional de Seacisco, el cielo se había cubierto de nubes y corría un viento gélido debido al invierno.

En medio de la multitud, había un hombre que se destacaba entre todos. Vestido con un abrigo piel marrón oscuro, gafas de sol negras y una gorra a juego, estaba Ritchie. Su actitud era tan intimidante y majestuosa que la gente le despejaba el camino y lo miraba con asombro.

Tan pronto como cruzó la salida, su asistente abrió la puerta de un Bentley negro y se inclinó respetuosamente.

"Señor Lester, este es el estado financiero de la compañía para el último trimestre. Por favor revíselo", dijo el joven mientras le entregaba unos documentos.

Ritchie se quitó lentamente las gafas de sol y la gorra, las puso a un lado y agarró la carpeta. A pesar de que tenía unos ojos hermosos y profundos, en este momento cualquiera sentiría miedo de verlos debido a la rabia que reflejaban.

Después de hojear algunas páginas, Ritchie cerró la carpeta abruptamente, le dirigió una mirada fulminante a su asistente y murmuró: "Escuché que Grupo Larson eliminó a nuestra empresa de la primer pasarela de la Semana de la Moda, ¿es eso cierto?".

De pronto, un silencio sepulcral se apoderó del ambiente.

El joven asistente empezó a sudar frío y una fuerte presión le impidió respirar. No obstante, se armó de valor y aclaró su garganta antes de responder: "Sí, es verdad, señor. Todo es culpa nuestra. No pudimos elegir al diseñador adecuado para manejar el proyecto de esta temporada".

"¡Por supuesto que es su culpa! Ya regañé al director del Departamento de Diseño. Ahora dime, ¿para qué diablos los contraté a todos ustedes? ¿Fue para que cometieran errores tontos? ¿O para que trajeran buenos resultados? ¿Acaso tú y tus demás compañeros son idiotas? Hemos encabezado la Semana de la Moda de Seacisco durante muchos años consecutivos y también hemos estado en este negocio desde antes que Grupo Larson. ¿Cómo pudieron permitir que nos derrotaran? ¡Esto es ridículo!", embravecido, Ritchie le arrojó la carpeta en la cara a su asistente. Sus ojos estaban inyectados en sangre y las venas de sus sienes sobresalían amenazadoramente.

Desde que se enteró del fracaso de su compañía, todo el tiempo había estado de un pésimo humor con la gente a su alrededor. De hecho, estaba tan enojado que les había dado una fuerte reprimenda a los miembros del equipo de diseño cuando tuvo una videoconferencia con ellos.

Temblando de miedo, su asistente se quedó callado y agachó la mirada. Aunque no estaba directamente involucrado en el asunto, tenía que soportar los insultos de su jefe en silencio.

"¿Conoces a la diseñadora que representó a Grupo Larson? Escuché que los jueces hablaron muy bien de su trabajo", Ritchie resopló agresivamente mientras bajaba la ventanilla para tomar un poco de aire.

Con las manos empapadas en sudor y sintiendo un escalofrío en la espalda, el asistente replicó: "Oí que su nombre es Janet Lind, señor. Dicen que es una joven diseñadora que se unió a Grupo Larson este año y también es la esposa de Ethan...". En cuanto escuchó esto, Ritchie levantó la cabeza, apretó los puños y su expresión se transformó en la de una bestia.

Dado que el asistente sabía que Ethan era el hijo ilegítimo de la familia Lester, jugueteó torpemente con sus dedos y se mordió el labio inferior en espera de la reacción de su temperamental jefe.

"¡Qué interesante!", exclamó Ritchie, entrecerrando los ojos y esbozando una sonrisa diabólica.

A decir verdad, él ni siquiera se había acordado de su medio hermano desde hacía mucho tiempo, y de no ser por la competencia de diseño, habría seguido ignorando su existencia.