Capítulo 113

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Janet había sido tratada injustamente desde que era una niña, pero ni una sola vez en su vida había sido calumniada por tantas personas a la vez. Los comentarios maliciosos en línea la terminaron de enfurecer.

Tanto así que tuvo que tomar varias respiraciones profundas antes de lograr calmarse.

"Ya sé lo que tengo que hacer. No hay necesidad de discutir con gente como esa porque están parcializados por completo. Además, yo no soy el tipo de persona que ellos creen que soy. Si me rebajara a discutir con ellos, Emani estaría encantada".

A pesar de parecer amable y tímida, Janet se había convertido en una mujer fuerte debido a todas las dificultades por las que había pasado durante toda su vida.

"Deberíamos irnos a casa de una vez. Los fanáticos sin cerebro como esos son capaces de todo tipo de locuras, y no es seguro que andes por ahí", dijo Laney, quien había leído algunos de los comentarios en redes sociales.

A los buenos les resultaba difícil triunfar sobre los malos porque estos últimos no tenían moral alguna.

Una vez que terminaron con los cortes de cabello, ambas mujeres abandonaron el salón de belleza a toda prisa.

El centro comercial estaba abarrotado, y aunque Janet caminaba con la cabeza gacha, alguien la reconoció.

"¿Janet Lind?", cuestionó la persona detrás de ella en voz alta.

"No mires atrás", dijo Laney, sintiendo que algo andaba mal. Si bien ella quería detener a Janet, ya era demasiado tarde.

Por instinto, Janet volteó, y vio que varias chicas que estaban detrás de ellas corrieron y se detuvieron frente a ellas.

"¡Jum! Con que sí es Janet Lind. ¿Cómo te atreves a salir a la calle, perra?", preguntó una que sostenía un póster de Emani, lo cual solo significaba que era una de sus fanáticas acérrimas.

Ahora seis chicas de diecisiete años rodeaban a Laney y Janet, y señalándolas, gritaron: "¡Discúlpate con Emani, perra!".

"¡Deberíamos empujarte al lago y hacerte sentir lo que es estar empapada en agua helada!".

"Emani se resfrió y fue enviada al hospital mientras que aquí estás tú de compras y sin ningún arrepentimiento. ¿Acaso no tienes corazón? ¿No te sientes ni un poco culpable? ¡Merecías ser abandonada por tus padres, bruja!".

"¡Quítense de nuestro camino y vayan a hablar mierda en otro lugar!", exclamó Laney con una mirada severa al tiempo que se paraba entre Janet y esas chicas.

Con su fuerza, ella fácilmente podría patear el trasero de esas pequeñas perras. Sin embargo, en ese momento la reputación de Janet ya estaba por los suelos, y si se corriera la voz de que habían golpeado a fanáticas de Emani, podría empeorar más y las cosas serían mucho más difíciles de aclarar.

"¿Crees que puedes huir después de lo que hiciste? ¡Oh, no! ¡Llama a las demás, Jennifer! ¡Vamos a vengar a Emani hoy!", dijo una de las resentidas chicas. Sin dudarlo, la otra sacó su celular y comenzó a hacer llamadas.

Temiendo que les resultaría más difícil escapar una vez que llegaran las otras amigas de esas fanáticas locas, Laney agarró la mano de Janet con la intención de llevársela. No obstante, las jovencitas bloquearon su camino con sus celulares en sus orejas.

En solo unos minutos, Janet y Laney estaban rodeadas de más admiradoras rabiosas de Emani.

"¡Amigas! ¡Esas son las dos malditas que empujaron a Emani al lago! ¡No dejen que se escapen!".

Tras recorrer con la mirada la multitud, Laney apretó los puños enseguida. 'Si no hago algo ahora, ¡es posible que no podamos escapar de este lugar ilesas!'.

Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora