Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)

Capítulo 108

Al escuchar eso, Janet negó con la cabeza y apretó los labios. Resultaba que su intuición era correcta; Tyler no era una buena persona y les había estado mintiendo a ella y a Hannah. De hecho, lo más seguro era que su promesa de empezar de nuevo también fuera falsa.

"Lo siento, pero aunque quisiera, no tengo esa cantidad. ¿Por qué no le pides dinero prestado a alguien más? Puedes estar tranquilo, no le diré ni una palabra de esto a tu madre. No creo que ella pueda soportar algo así a su edad avanzada", con eso, Janet decidió que iba a colgar el teléfono.

"¡No, espera por favor! No tengo amigos, todos huyen de mí como si fuera una plaga. ¡Nadie va a querer prestarme un solo centavo! De verdad, no tengo a quien recurrir. Tú eres mi última esperanza", Tyler gritó desesperado, "Janet, te lo ruego, préstame cien mil dólares. ¡Hazlo por mi madre! ¡Si no me ayudas, me temo que esos tipos irán contra ella y la asesinarán!".

Su última oración hizo que Janet sintiera como si alguien la pateara fuertemente en el estómago.

Si este era el caso, entonces no tenía más remedio que ayudarlo. Además, si no lo hacía, ella sabía que Tyler recurriría a Hannah, lo que solo empeoraría las cosas debido a la edad y el reciente estado de salud de la mujer.

"Debiste de haber investigado en qué trabajo antes de recurrir a mí, ¡esos cincuenta mil dólares son lo máximo que te puedo prestar! De cualquier manera, ¿a qué casino le debes dinero? Voy a buscar la forma de lidiar con eso, ¿de acuerdo?".

Casi llorando de alegría, Tyler se apresuró a responder: "Se llama Casino Gainrich. Tienes que ayudarme rápido, o de lo contrario, los intereses se acumularán y tendré que pagar más de ciento cincuenta mil dólares".

"¿Qué? Oye, pero ese lugar está ubicado en la parte norte del país. ¿Cómo rayos llegaste allí?", Janet gruñó mientras revisaba la información sobre Casino Gainrich en su teléfono.

El establecimiento estaba ubicado en una ciudad bastante alejada de Seacisco.

Al principio, Janet preguntó por el lugar porque sabía que Ethan tenía muchas conexiones y creía que podía ayudarla. Sin embargo, resultaba que el casino estaba a miles de kilómetros de Seasisco, por lo que sería casi imposible que su marido tuviera amigos allí.

"¡Sin importar lo que pase, debes devolverles su dinero lo antes posible!", Tyler exclamó con ansiedad, ignorando lo que Janet acababa de decir.

Por su parte, esta última estaba sin palabras ya que Tyler estaba dando su amabilidad por sentada. ¡Ella no le debía dinero a nadie y había accedido a ayudarlo solo por el bien de Hannah!

"Casino Gainrich está demasiado lejos de Seacisco, Tyler. Haré todo lo posible para ayudarte, pero no te hagas muchas ilusiones. Mientras, sígueles pidiendo dinero a tus conocidos y yo pensaré en una manera de solucionar tu problema", lo aconsejó Janet, sintiéndose impotente e irritada a la vez.

"Está bien", murmuró Tyler, "Pero, como te dije antes, no tengo a nadie más que a ti".

Antes de que ella pudiera volver a hablar, él colgó abruptamente.

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Tan pronto como regresó a casa, Janet le contó todo a Ethan.

¡Tal vez él conocía a alguien que pudiera ayudar a Tyler!

Luego de cruzar las piernas y poner una expresión pensativa, el hombre arqueó una ceja y preguntó: "Casino Gainrich está a cientos de kilómetros de aquí. ¿Qué diablos hacía él hasta allá?".

"Tal vez tenía miedo de que su madre se enterara si apostaba aquí en la ciudad", Janet respondió con un suspiro de cansancio.

Definitivamente, el problema hubiera sido más fácil de resolver si el casino estuviera en Seacisco.