El bar se veía oscuro excepto las luces de neón que destellaban de vez en cuando, y la música a todo volumen allí incluso hizo vibraba el suelo.
Al ver a Ethan entrar, Garrett alejó ipso facto a las hermosas mujeres que se aferraban a él y arregló su ropa.
Después de escuchar por qué él había ido allí esa noche, se echó a reír. "No puedo creer que vinieras a mí un día por tal cosa".
Ethan se limitó a levantar lentamente su copa. Las luces tenues suavizaban sus facciones, haciéndolo lucir todavía más guapo, mientras él se apoyaba en el sofá, estirando sus largas piernas. "Cuida lo que dices, a menos que no quieras tener los fines de semana libres este mes".
Aclarándose la garganta, Garrett se tragó el resto de sus palabras, y tras agarrar una copa de vino, se sentó junto a Ethan. "¿Acaso quieres que esté soltero toda mi vida? Mi decimoctava novia está esperando que la lleve a una cita este fin de semana".
"¿No habías dicho que tu decimoséptima novia estaba embarazada? ¿Es que no quieres casarte?", cuestionó Ethan de ceño fruncido para luego beber un sorbo de vino.
"¿Cómo podría casarme con una mujer embarazada del hijo de otro hombre?", espetó Garrett en tono burlón, pero rápidamente cambió su expresión y le sonrió a Ethan. "Engatusar a las mujeres es fácil", dijo al tiempo que se rascaba la barbilla. "Si, a sabiendas o no, haces que una se enoje, solo discúlpate con ella, abrázala y di algo dulce. De esa forma, su ira disminuirá rápidamente".
Con impaciencia, Ethan volteó los ojos. "¿Qué demonios te pasa? Si supiera qué decir, no te pediría ayuda".
"¿Es en serio?", cuestionó Garrett antes de beberse lo restante de su bebida. Después de unos segundos de contemplación, preguntó: "¿Sabes lo que le gusta? Cómprale algo que le agrade, tal vez bolsos de marca, joyas, ropa. Regálale muchas de las cosas más caras que le gustan, y te aseguro que al día siguiente estará calmada".
El rostro de Ethan estaba oculto en la oscuridad, de modo que solo se veía su nariz alta mientras sus dedos dibujaban círculos en el borde de la copa. "Sí, a ella le gustan esas cosas, pero solo porque puede venderlas por dinero, así que preferiría darle el dinero directamente".
"Mmm... Tu esposa es bastante interesante", comentó sonriente Garrett.
Dado que el otro se quedó mirándolo fijamente, él de inmediato agitó la mano y explicó: "No quise decir eso. No me malinterpretes. En vista de que lo que le gusta es el dinero, será más fácil resolver el problema ya que eres rico después de todo".
Poniéndose de pie, Ethan palmeó el hombro de Garrett y sus ojos se oscurecieron. "Es suficiente por hoy. No bebas demasiado. Probaré tu idea".
Janet no durmió bien esa noche.
Debido a eso, ella parecía apática cuando se despertó por la mañana.
Tan pronto como salió de su habitación, vio parado en la puerta a Ethan, quien le metió una tarjeta bancaria en su bolso y dijo: "Es mía. Puedes usarla como quieras".
Tras mirarlo por unos segundos, ella sacó la tarjeta de su bolso y la colocó sobre la mesa. "No, gracias. Quédate con tu tarjeta. Solo somos una pareja puerta afuera, ni siquiera nos llevamos bien. ¿Cómo podría entonces usar tu dinero?".
A juzgar por su tono, era obvio que su ira no había disminuido ni un poco.
De pronto la figura imponente de Ethan bloqueó su camino, y habiendo agarrado la tarjeta de la mesa, la presionó con fuerza en la palma de la mano de Janet. "Agárrala", dijo al tiempo que cerraba la mano de la mujer.
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Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)
RomanceJanet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de...