Allianser

1. De Blanco

Hola mis amores :D

a unos minutos de publicar el prologo, les traigo este nuevo capitulo ajaja el primero oficialmente, así que no les digo más y los dejo leer.

preparen el corazón!!

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El día de su boda, suele ser el día favorito de cualquier novia. Esa felicidad extrema de saber que en pocas horas estará unida bajo las leyes de dios y los hombres, a la persona que ama, que formarán una familia y estarán juntos lo que queda de vida. El saber que todos sus amigos y familiares estarán presentes apoyado aquella unión, celebrando su amor y cariño, deseándoles lo mejor en ese nuevo camino, las llena de alegría, haciendo que sus ojos brillen como una explosión solar, resplandeciendo en su camino al altar.

En resumidas cuentas, el día de su boda, es el día más especial para cualquiera novia, pero esta novia o bueno, novio no estaba feliz. Colombia lloraba amargas lagrimas mientras miraba su reflejo en el espejo de la habitación, el día de su boda había llegado y él deseaba no estar allí, deseaba no tener que unirse a otro país.

Todo había empezado hace unos años, cuando después de la muerte de sus hermanas, Colombia quedo solo, siendo el deseo de Venezuela y Ecuador que él cuidara sus tierras. El rubio había heredado en la post guerra el territorio de las otras suramericanas, teniendo no solo una gran responsabilidad, sino un gran problema entre manos.

La guerra los había cambiado a todos, como habían perdido habían ganado cosas, siendo las alianzas la forma perfecta para estabilizar la nueva sociedad. El problema era que Colombia no quería unirse a nadie, no amaba a nadie lo suficiente para entregarle el legado que sus hermanas dejaron y mucho menos, deseaba una alianza para que lo manejaran como a una maldita muñeca. Aunque veía el beneficio de dicho compromiso, los países que quedaron vivos no eran de su agrado y realmente no quería volver a estar con alguien, solo quería trabajar por su pueblo, salir adelante y no depender de nadie.

Y lo estaba haciendo bien, ONU no podía recriminarle su decisión egotista porque a punta de sudor y sangre había levantado a su nuevo país, había construido una nueva constitución y había borrado el rastro sombrío de la guerra y desigualdad en su país. Tratados comerciales y culturales se crearon para ayudarlo, de verdad todos respetaron su decisión, aunque otros pidieron su mano en repetidas ocasiones, pues como iba la cosa, si o si necesitaba estar en una alianza para lograrlo, era la nueva ley de vida, el estatus quo que no se podría romper o el mal volvería a salir del rincón donde lo habían enterrado.

Colombia se había vuelto el premio mayor, la cima a conquistar, la fiera a domar, pues el cafetero era agresivo y huraño, diplomático cuando debía serlo, pero negándose a todo compromiso que lo obligara a usar un traje blanco y decir "Acepto".

Pero, aunque lucho por alejarse del matrimonio, quien tuvo que aceptar por él fue su padre España, quien había quedado como su representante legal frente a las naciones unidas, pues al no estar "casado", Colombia no podía participar de muchas de las nuevas actividades internacionales, siendo el pelinegro quien interviniera por él.

Obviamente no fue una decisión fácil, el español tenía una nueva y mejor construida relación con los hijos que quedaron vivos y lo último que quería era usarlos u obligarlos a hacer algo que no quisieran, pero no hubo de otra, era eso o arriesgar la vida del colombiano, pues su pueblo gritaba y exigía ser parte del nuevo orden mundial, siendo el rubio, el principal objetivo de sus protestas sociales.

Meticulosamente España analizo cada una de las propuestas, entrevisto a las representaciones, hablo con el gobierno de cada uno y con el gobierno de su hijo, encontrando al país indicado que ayudara al territorio tricolor a salir adelante en el nuevo mudo, y quien principalmente lo cuidara y ayudara a sanar, esa grita que la guerra había abierto en el corazón de todos.