Allianser

8.Tierra y agua

Buenas tardes mi gente linda 

¿Cómo están?  Hoy es viernes de nuevo capitulo así que vamos a darle!!

jeje Espero estén listos para este capitulo, un poco dramático pero muy bueno :D

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- ¡FUISTE TÚ! -Fue lo único que Colombia pudo decir, saliendo de su quietud, llamando la atención de Noruega.

-No se dé que hablas- Rápidamente negó el vikingo, mirando mal al lobo que solo se cubría la cara con una pata, ese maldito traicionero, pensó enojado.

-Fuiste tu quien me salvo- Repitió el rubio- Sköll me salvo porque tu querías protegerme, él le arranco el bazo a China y se comió a su escuadrón.

-Eso no es cierto.

-Claro que sí, el lobo me lo mostro.

-Pues se equivocó. Sköll solo estaba jugando con tu mente

- ¿Ahora quién es el mentiroso? -Pegunto enojado el rubio- Siempre haces eso, haces cosas lindas por mí y después las niegas ¿Por qué Noruega?

- ¿Para que necesitas saberlo- Pregunto a defensiva el castaño- Aunque hubiera hecho esas cosas que dices, no sirve de nada que lo diga, ya están hechas, ¿Qué acaso no puedes aceptarlas y ya?

-NO- Consto frustrado- Merezco saber porque casi pierdes un ojo por mí.

- ¡Yo no hice nada, si quiero usar mis guardianes para que maten a mi enemigo lo hare! ¡Ese no es tu maldito problema! - Grito el mayor- Son mis decisiones y no tengo que darte explicaciones,

- ¿No tienes o no puedes?

-Olvídalo, solo quieres saber porque eres un niño mimado e impaciente y no pienso discutir contigo.

Noruega respondió enojado, caminando de vuelta al castillo, a lo mejor hablar las cosas podría ayudarlos, pero realmente al vikingo no le gustaba cuando le reclamaban las cosas en la cara, fueran buenas o malas, además, había mucho que explicar detrás de sus acciones y no se sentía listo para hacerlo.

- ¡No te atrevas a dejarme aquí! -Exclamo indagando queriendo una explicación, necesitan saber que significaba ese palpitar en su corazón- ¡Respóndeme!

-Más te vale que me sigas, si no quieres perderte -Contesto sin mirarlo, esperando que así se le pasara el berrinche. Aunque lento, el tiempo había pasado, debían volver al castillo antes de que, de verdad, alguien se preocupara.

Enojado por ser ignorado, Colombia se aferró a lo primero que tenía al alcance para deshacerse de su ira, rápidamente su mano agarro una gran cantidad de barro y musgo que crecía en el lecho del bosque, sin que se dieran cuenta una ligera llovizna había empezado, por lo que fue más fácil crear aquel proyectil de tierra que tenía solo un objetivo, darle en la espalda al castaño.

-NORUEGA ERES UN MALDITO COBARDE.

Colombia grito enojado, lanzando la bola de tierra con la fuerza suficiente para ensuciar la camisa gris y el chaleco impermeable que el vikingo usaba. Lamentablemente para Colombia, su puntería y fuerza habían mejorado en el último mes, haciendo que su proyectil diera en el lugar menos indicado, el rostro de Noruega.

Un pesado y mortal silencio se levantó en ese viejo bosque, lentamente, Noruega llevo sus manos a su rostro, limpiándose con mucha paciencia el lodo que escurría por sus mejillas, escupiendo el que le había caído en la boca, ayudándose con la camisa gris de manga larga que lo protegía del frio.