Allianser

27. Entre pétalos

Buenas tardes mi gente 

¿Cómo están?

jejej Yo bien, gracias 💖✨ Trayéndoles un nuevo capitulo, que aviso de una vez, es extremadamente dulce ajajja así que los diabéticos tengan cuidado!!

espero les guste mucho y como siempre, cuando vean este símbolo # denle play a la canción, es la que acompaña la lectura para más placer!!

¡¡ahora si, a leer!!

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El día de su boda, es el día más estresante para un novio. El deseo que todo salga bien los pone en un constante estado de ansiedad, asegurándose que todo esté en orden, las flores, los invitados, el cura, los anillos, la música, mejor dicho, todo debe estar en su lugar para que ese día sea perfecto, pues él al igual que la novia, solo desea compartir su amor con las personas más importantes para ambos.

En resumidas cuentas, ese día es el más importante en la vida del novio y Noruega no era la excepción a la regla. Sentía sus manos sudar y su corazón latir frenético contra su pecho, como si quisiera salir corriendo de allí, a veces él quería hacer lo mismo, pero no por huir, sino porque ya deseaba tener a su pareja entre sus brazos. Era esa necesidad de proteger y amar a cierto rubio caprichoso que lo hacía sonreír como idiota, mientras esperaba como un perro a su dueño, moviendo la cola de lado a lado.

El pobre vikingo esperaba en el altar a que empezara la ceremonia, mientras sus hermanos se divertían a costa de su sufrimiento.

-No entiendo por qué estas tan nervioso- Dijo Dinamarca mientras acomodaba el moño del traje de su hermano- Ni que fuera la primera vez.

-No espero que lo entiendas Dina- Dijo Noruega, mientras acariciaba sus cabellos de fuego-Gracias pequeño mostro sin sentimientos.

-Oye, yo no soy pequeño- Se quejo el menor, mientras se alejaba de las caricias de su hermano- Por suerte no se le nota el embarazo o todos pensarían que te casas para no dañar su honor.

Dinamarca dijo en forma de burla, estaba feliz por su hermano, claro que sí, pero su personalidad le impedía decir cosas lindas, ganándose un pellizco en la mejilla por parte de Islandia. El mayor de los gemelos era el fan número de uno de aquella pareja y no permitirá que nadie le borrara la sonrisa a su querido hermano

-Cállate Dinamarca.

-Ustedes son unos aburridos.

-Y tu un idiota. Vuelve a tu asiento

Ordeno el islandés, si no fuera porque tenía a sus dos hijas en brazos, su mirada seria intimidante, pero las pequeñas lo hacían ver adorable, mientras se chupaban los pequeños pulgares y trataban de imitar el gesto de su madre. Siguiendo las ordenes de su hermano, Dinamarca se bajó del estrado, no sin atentes darle un pequeño apretón de apoyo a Noruega, la presencia de ONU anunciaba que pronto todo iba a empezar.

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-Hijo, ¿Podrías quedarte quieto? Me estas dando dolor de cabeza- España pidió cansado, tomando un poco de vino, el mayor acompañaba a su hijo mientras era la hora de ir al altar.

-Lo siento...es solo que estoy nervioso- Anuncio el rubio, mientras se miraba por milésima vez en el espejo, queriendo asegurarse que todo estaba en orden.

Para ese día tan especial había decidido usar un nuevo traje de bodas, muy similar al primero, pero esta vez toda la parte de arriba estaba hecha en un hermoso encaje de flores, decorado con perlas y otras piedras preciosas.