3.Solos

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Hola chicos ¿Cómo están?

Hoy fue un día pesado en el trabajo (cosas de señoras) XD así ue para subirme el animo les traigo el nuevo capitulo ajajaj quiero reírme con sus comentarios, así  que no se contengan.

Les recuerdo que las actualizaciones son semanales así que este 2x1 se acabo ajajaja 

sin más que agregar.  ¡¡A leer!!

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Varios minutos tuvieron que pasar para que ambos estuvieran listos para lo que se venía, Colombia estaba recostado en la cama, mientras Noruega se fumaba otro cigarrillo en el balcón. Era media noche y la suave silueta de la luna creciente se asomaba entre el oscuro firmamento, al final estaban solos en ese momento, cada uno sumergido en sus pensamientos esperando que el otro diera el siguiente paso.

-Estoy listo- Dijo el rubio, mirando a su pareja con determinación.

-Perfecto- Respondió el noruego, mientras caminaba hasta la cama y se sentaba a su lado, sacando del bolsillo de su pantalón una pequeña y muy discreta navaja- Voy a hacer un corte algo profundo para que sea más fácil beber la sangre, solo no te olvides de cerrar la herida con tu saliva.

Como un caballero Noruega tomo la mano ajena entre las suyas, haciendo un corte limpio en la palma de Colombia antes de hacer lo mismo con la suya y ofrecérsela al rubio.

-Bebe hasta que sientas que la runa te quema o se mueve sobre tu piel- Ordeno el vikingo, juntando sus labios pálidos con la herida del cafetero.

Algo incomodo por el líquido rojo, Colombia llevo esa gran mano contra sus labios, la sangre de Noruega estaba caliente, deslizándose lenta por su garganta mientras cerraba los ojos, no le gustaba ver sangre después de lo que paso, así que pensó en cualquier cosa mientras bebía.

Tal como lo había dicho el nórdico, pasados unos cinco minutos, Colombia empezó sentir como el dibujo en su brazo se movía, era un movimiento lento, como el reptar de una serpiente por su brazo, pero fue la señal que el rubio uso para despegarse, sintiendo sus labios húmedos y su cuerpo caliente, el intercambio de información encendía sus nervios, mientras lamia con algo de pena la mano de Noruega, curando con su saliva la palma ajena.

Por su parte el vikingo también había terminado, asegurándose que Colombia estuviera bien antes de levantarse de la cama, su cuerpo se sentía caliente y sus ojos rápidamente buscaron la figura del rubio, recordando con lujo de detalle lo que la bata de seda escondía.

- ¿A dónde vas?

-A la sala- Dijo el vikingo, señalando el elegante sillón de cuero que había en ese espacio- No creo que quieras verme masturbándome ¿o sí?

-...Preferiría no hacerlo- Confeso incomodo el rubio, apretando sus piernas, por primera vez en la noche, su cuerpo reaccionaba como todos esperaban que lo hiciera.

-Lo entiendo- Dijo simple- Cierra la puerta si quieres, pero quítale el seguro cuando termines.

- ¿Por qué?

-Porque quiero bañarme y es obvio que ONU vendrá en la mañana. Si queremos que el plan funcione debe vernos durmiendo en la misma cama- Noruega explico, dándole una última sonrisa a Colombia, saliendo por fin de la habitación, siendo el mismo quien cerrara la puerta.

Una vez solo, Colombia solo pudo suspirar tranquilo, o bueno, todo lo tranquilo que podía estar en aquella situación. Era incomodó claro que sí, pero debía hacerlo, después de pensarlo mucho era la mejor solución así que no tuvo de otra que mandar lejos la ropa, recostándose contra las almohadas de plumas.

AllianserDonde viven las historias. Descúbrelo ahora