Allianser

16.Lazos

Buenas noches corazones!!

Gracias a todos los que participaron en el capitulo anterior HOY TENEMOS ACTUALIZACION jejejej Espero estén listos, porque esta dura la cosa🤭🤭😭😭

A leer!!

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Fue el hambre y el dolor en la cabeza lo que lo hizo volver a la realidad, lentamente Colombia abrió los ojos, encontrándose con una escena poco romántica y más bien aterradora.

Estaba en un cuarto oscuro, pero increíblemente limpio, tirado a los pies de una cama, desconcertado trato de ponerse de pie, pero solo allí noto las cadenas que apresaban sus extremidades. Aunque su respiración se aceleró y su cabeza quería entrar en pánico, el cafetero se obligó a mantener la calma, esperando que el perpetrador de su secuestro apareciera pronto.

-Veo que por fin despiertas Coco- Dijo una suave voz a su espalda haciendo que Colombia abriera los ojos, asustado, ubicando al dueño de esa voz.

- ¡Canadá! -Llamo sorprendido - ¿Qué putas está pasando y porque estoy aquí encerrado?

-Tranquilo, todo está bien- Contesto el pelirrojo, agarrando sus cadenas y obligándolo a levantarse.

Un fuerte mareo lo invadió mientras se dejaba guiar hasta la cama de sábanas blancas, donde Canadá lo acomodo con cuidado. Tratando de mantener la concentración, Colombia noto que ya no tenía puesta la lencería que había comprado para ese día, solo una sencilla camisa y un pantalón deportivo, el cual por cierto tenía unas sospechosas marcas de sangre.

-Mi hijo tiene razón querido, todo estará bien- Una nueva voz entro en escena, siendo esta vez Reino Unido quien apareciera por la gran puerta de metal- Siempre y cuando te comportes.

Escuchar la voz del mayor aclaro por fin la mente del cafetero, trayendo aquel recuerdo a la luz. Cuando estaba esperando a Noruega, alguien había tocado a la puerta, emocionado había abierto, pensando ingenuamente que era su esposo.

Grande fue su sorpresa al ver los dos países acompañados de otras personas que no alcanzo a reconocer, pues UK lo golpeo en la cabeza con el bastón que solía usar para eventos elegantes, aunque trato de huir o esconderse, Colombia rápidamente fue apresado, su cabeza dolía por el golpe, y el calor de la sangre, recorriendo el lateral de su rostro, lo tenía mareado, siendo un muñeco de trapo en las manos de sus captores.

Lo último que vieron sus ojos fue a Canadá, quien se acercaba a su cuerpo y enterraba una fría aguja en la piel de su cuello, aquella sustancia que ardió como los mil demonios al entrar a su torrente sanguíneo, lo dejo incapacitado y profundamente dormido.

-¡¡Suéltame maldito!!

-Oh, mala elección de palabras querido- Respondió el mayor, quitándose un par de anillos antes de pegarle al rubio en la cara. El golpe rompió su labio inferior y aumento el dolor de cabeza, pero eso no evito que Colombia quisiera pelear.

Sacando fuerza de donde no tenía intento escapar, pero los otros dos países estaban en mejores condiciones y después de una muy dolora sesión de golpes, Colombia volvió a estar sentado en la cama, esperando su condena.

- ¿Qué piensas hacerme?

-A partir de ahora Colombia, te convertirás en mi banco personal de recursos.

- ¿Qué? -Pregunto desconcertado, mientras el mayor se relamía los labios- No puedes hacer eso...eso te convertiría en.

-En un imperio- Termino la frase el mayor.