24. Aún no ha muerto el sol

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Buenas tardes mis amores

¿Cómo están? 

Espero estén listos para este capitulo🥺🥺 jejeje los tenia un poco abandonados por nuestra #Norcolweek2023 pero a partir de hoy volvemos con las publicaciones semanales ejeje

tampoco falta mucho para terminar así que vamos bien✨☺️

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Cuando el sol de la tarde le dio directamente en el rostro, Noruega supo que tenía que levantarse. Había sido una noche difícil, el castaño no recordaba a qué hora se había rendido ante el cansancio y las lágrimas secas, pero había sido suficiente para que su cuerpo recargara algo de energía, dormir con Colombia entre sus brazos era algo que no se permitía por meses, pero cuando sintió su cuerpo pegao a su pecho, pudo dormir tranquilo.

Claro que ahora que abría los ojos, se dio cuenta que el rubio no estaba entre sus brazos, Colombia estaba al otro lado de la habitación, siendo revisado por OMS, el ángel de la salud cambia sus vendas y escribía en su tableta todos los avances. En silencio Noruega observo aquel ritual, el rubio estaba de espaldas así que no veía su rostro triste, había tantas cicatrices, pero las runas se mantenían, cosa que sorprendía y alegraba al vikingo, pues había trabajado para que, en su ausencia y el vínculo roto, Colombia no perdiera lo que tanto le había costado recuperar, era lindo ver que eso seguía, aumentando las ganas que tenia de besar cada marca con cariño, para demostrar que no le importaba nada de lo que había pasado.

Cuando OMS termino su revisión, fue que Colombia noto su profunda mirada, y aunque trato de esconderlo, un leve sonrojo adorno sus mejillas.

Alentado por ese pequeño brillo esmeralda, Noruega se levantó de la cama, acercándose hasta su pareja con cuidado, tomándolo de la cintura para depositar un beso en su frente, seguido de un "buenos días". La respuesta de Colombia no se hizo esperar, sorprendiendo a Noruega, pues este lo había alejado con la poca fuerza que tenía, poniendo distancia entre los dos.

-Vete -Dijo Colombia, haciendo que el ambiente cambiara radicalmente.

- ¿Qué? -Pregunto sorprendido el mayor.

-Vete Noruega- Siguió Colombia- Tienes que bañarte y cambiar esas vendas.

-Eso lo puedo hacer aquí – Contesto el castaño, cruzándose de brazos pidiendo una explicación.

-No, para eso tienes tu propia habitación, OMS lo dijo.

Sin dejarse intimidar por la mirada del otro, Colombia también se cruzó de brazos, empezando una batalla de miradas, similar a las que tenían al principio de su relación. Si no estuvieran es esa situación (la de estar en un hospital después del secuestro del rubio y su aborto) Noruega se hubiera reído de esa actitud caprichosa y lo habría calmado a punta de besos y mimos.

Pero ahora Colombia no quería mimos, reconoció el vikingo, su pose hostil, pero ojos temblorosos le recordaban mucho a como Tyr se comportaba las primeras horas de ser rescatado, asustado pero dispuesto a atracar si alguien se acercaba. Así estaba Colombia, a la defensiva, pero lastimado, temblando ante la posibilidad de volver a ser herido.

- ¿De verdad quieres que me vaya? – Noruega pregunto suave, había dejado atrás la pose amenazadora, acercándose despacio, estaba vez no entrelazo sus manos, solo toco con cariño los dedos del rubio, sin presiones, solo dejando sentir su presencia

-Si- Colombia dijo seguro, o bueno, lo intento, su voz temblaba un poco y el color de sus ojos era toda la verdad que Noruega necesitaba.

- Esta bien, si eso es lo que quieres, me voy.

AllianserDonde viven las historias. Descúbrelo ahora