Allianser

12. Soñar Despierto

Buenas tardes mis amores!!

Hoy por aquí adelantando el capitulo de esta semana por  motivos de un viaje🤭🤭✨✨asi que espero que lo disfruten mucho, es cortico pero muy tierno!!

A LEER SE DIJO

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Los siguientes días fueron un sueño hecho realidad para Noruega. El vikingo realmente no creía que aquello estuviera pasando, Colombia le había dado una oportunidad para enamorarlo y él estaba listo para usar todos sus recursos para lograrlo.

O no, la verdad lo primero que hizo fue pedirles consejos a sus hermanos, principalmente a Islandia (quien era el único con consejos decentes para este tipo de casos), no quería arruinarlo así que hablo largo rato con su gemelo, entendiendo que lo mejor era seguir tratando a Colombia como lo había hecho en el pasado, pues eso fue lo que termino enamorando de a poquitos al rubio. Noruega entonces siguió así, siendo atento y cariñoso, pero sin presionar e insistir.

Colombia realmente estaba feliz con aquella decisión, sus rutinas diarias eran las mismas, solo que ahora, había pequeños cambios que les sacaban sonrisas a ambos, como en las mañanas, cuando se daban un pequeño beso de buenos días o caminaban cogidos de la mano cada que iban a algún lugar.

A veces el vikingo le tenía alguna sorpresa, como cuando llegaba del trabajo y le traía una flor o un duce, porque se acordó de él o cuando lo llevaba a comer y tomarse un par de cervezas en algún bar de la ciudad, para dejar de lado el trabajo y disfrutar de una amena charla.

Eran pequeñas cosas que hacían que el corazón latino se acelerara y disfrutara de estar junto a Noruega, dejando que poco a poco sus sentimientos crecieran, sin forzarlos o fingir, pues ambos estaban cansados de eso.

Pero, aunque las cosas iban muy bien, ese día en especial, todo parecía a punto de destruirse, ¿La razón? Bueno, después de pasar unas hermosas fiestas, Noruega y Colombia por fin debían enfrentarse a su primera reunión internacional de naciones, siendo un momento muy estresante para el rubio, pues todo el mundo preguntaría por su vida en pareja y sus intenciones de ampliar la familia noruega-colombiana.

-Precioso ¿Podrías dejar de moverte por toda la habitación? – Pregunto cansado el vikingo, estaban en una de las oficinas de las naciones unidas, esperando el inicio de la reunión- Me estas mareando.

-Lo siento, solo estoy nervioso.

-Lo puedo notar- Comento Noruega, mostrando la runa en su brazo- Además, también estas mareando a Tyr.

Prestando atención a las palabras de su pareja, Colombia observo la cara de su gatito, el pobre tenía las ojeras agachadas y se aferraba a sus brazos para mantener el equilibro. Aunque al principio parecía una mala idea, traer a su mascota a aquella reunión había servido mucho para mantener a ambos países calmados, claro que ya no estaba funcionado para el latino.

-Lo siento corazón- Dijo Colombia, dejando al gato en el piso, el cual no lo dudo antes de ir a meterse a su cómodo bolso de viaje y dormir una siesta.

Viendo que el rubio estaba perdiendo los nervios, Noruega se levantó de su asiento, atrapando a Colombia entre sus brazos, dejando que su aroma lo calmara lo suficiente para poder pensar. Agradecido por el contacto, el moreno se dejó hacer en silencio, sentir el calor de Noruega y sus brazos arrullándolo era algo que le gustaba de verdad, aprovechando para regalar tímidas caricias en la espalda vikinga, mientras este acariciaba su cabeza con cariño.

- ¿Mejor? - Pregunto Noruega cuando Colombia saco su cabeza de su pecho, mirando sus ojos dorados.

-Algo- Reconoció Colombia.