Seungmin
— Hyunjin, deberías acostumbrarte a saludar, ¿no crees? —dijo Minho.
Hyunjin se echó para adelante y le lanzó una mirada iracunda. Minho siguió mofándose. Ya había oído que esos dos se odiaban, pero no me imaginé que uno de sus piques me pillaría a mí en medio.
—Lo que creo es que va siendo hora de que te acostumbres, Minho.
Minho apretó el acelerador retando a hyunjin a una carrera. Al menos eso parecía. Hyunjin le imitó. Le miré con los ojos abiertos de par en par. La risa de Changbin llegaba clara. Al parecer, él sabía quién iba a ganar: confiaba en su amigo y en aquel pedazo de coche.
—Ni se te ocurra, Hyunjin —dije algo miedoso. Eran coches muy potentes y una calle muy estrecha.
—Haznos un favor a los dos y ¡cállate! —gritó minho acelerando.
No me dio tiempo a enfadarme por el comentario. Me estampé contra el asiento antes de ver cómo Minho nos adelantaba magistralmente y salía disparado.
Hyunjin tuvo que frenar y comenzó a maldecir una y otra vez mientras el Bugatti negro se perdía rugiendo como solo él podía hacerlo.
Sonreí en mi fuero interno. Sin saber muy bien por qué, me alegraba de que Minho ganara aquella extraña competición.
Minho
Había decidido olvidarme de seungmin, y de hecho lo logré durante un par de días. Pero cuando el jueves aparecí en el pasillo del instituto y lo vi apoyado contra la pared hablando con Yeonjun, me entraron ganas de…
Me acerqué hasta ellos caminando lentamente mientras me fijaba en sus labios .
Suspiré.
Me apoyé justo a su lado, hombro con hombro.
—Dice mucho de ti que la primera semana de clase ya estés coqueteando —sonreí, desviando la mirada hacia su pecho.
Me humedecí los labios, expectante por la contestación. Si algo sabía hacer seungmin —aparte de ponerme muy, pero que muy tonto — era ser ingenioso a la hora de hablar.
—¿Qué intentas decirme? —preguntó entre dientes girándose hasta que su frente topó casi con la mía.
Dios, estábamos muy cerca. Sonreí. Dijera lo que dijera, ya había logrado captar su atención y apartar a Yeonjun de el.
—Que te pueden confundir con una....chica… fácil, pero no tienes por qué preocuparte.
—¡Serás idiota! —exclamó antes de lanzarse sobre mí para agarrarme del cuello.
Lo esquivé cogiendo sus brazos y girándolo. Su espalda topó con fuerza contra mi pecho y los dos nos estampamos contra la pared.
—¡Suéltame! —gritó mientras los otros alumnos se iban agolpando a nuestro alrededor.
—Eres un poco histerico —le susurré al oído. Lo solté en cuanto vi al señor min, el profesor de matemáticas.
—¿Qué es lo que está ocurriendo aquí?
—Este niñato me ha insultado delante de todo el mundo. —dijo sin poder contener su desconcierto.
No era momento de explicarle por qué lo había hecho. Quizá algún día tuviera ocasión de hacerlo, pero Yeonjun ya no se volvería a acercar a el.
—Los dos al despacho, ahora.
—¡Pero yo no he hecho nada! —protestó.
—¡He dicho ahora, señor kim! —repitió el profesor —. Y en silencio. Los demás, a clase.

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Mírame
FanfictionKim seungmin, un joven adolescente de la alta aristocracia coreana, regresa a Corea tras muchos años de internado sin entender muy bien por qué su familia lo quiere de vuelta. Allí se reencuentra con Lee Min-ho, un conocido de la familia con quien n...