Seungmin
Tomé asiento en la cafetería con un café entre las manos. Me había reunido con mis amigos y esperaba que los treinta minutos de recreo me sirvieran para calmarme. Minho había estado jodiéndome las tres primeras horas y mucho me temía que insistiría en las tres próximas.
—Me parece increíble. Minho nunca se sienta con nadie que no sea changbin —dijo Lucas
risueño.—Bueno, min, ¿qué pensaste cuando reconociste que era el «loco» del taxi? —añadió Lucas provocando las risas de mis amigos.
Resoplé poniendo los ojos en blanco, pero de inmediato me quedé petrificado. Por encima del hombro de jeongin vi cómo minho y sus amigos se acercaban con decisión. Pensé que pasarían de largo, pero minho cogió una silla de una mesa cercana y la colocó justo a mi lado. Tomó asiento de la manera más condenadamente sexy que había visto en mi vida. Apoyó sus codos sobre las rodillas entreabiertas y me contempló con el gesto torcido. Todo en él me provocaba; y fui consciente de que si me quedaba mirándole demasiado tiempo, corría el riesgo de perder la cabeza.
Saludó a los demás dedicándoles su mejor sonrisa, que terminó cuando me miró a mí. Su primo, Changbin, prácticamente se vio obligado a sentarse al lado de jeongin, pero el fingió no prestarle atención; se estaba haciendo el ofendido. Un muchacho alto y fornido acarició el cuello de Bang haciendo que este se estremeciera y cerrara los ojos. Cuando el chico tomó asiento, se observaron: se estaban diciendo millones de cosas sin que nadie pudiera escucharles. Se percibía que allí había algo más que amistad.
¡ Seungmin! —exclamó, dándome un fuerte beso en la mejilla.
—Soy Beomgyu. ¿No te acuerdas? Una vez te hice un dibujo de pororo —añadió provocando la sonrisa de minho.
Aparté un momento la vista de Beomgyu para fulminar a minho con la mirada. Él alzó las manos negando con la cabeza; como si me tuviera miedo y se protegiera. Seguía burlándose de mí.
Me acordé de aquel muchacho. Era el menor de su familia, una familia que también veraneaba con nosotros. Él y yo siempre estábamos dibujando… cuando Changbin y el puñetero Minho nos molestaban.
—Hola, Beomgyu —dije dándole un pequeño abrazo.
También reconocí al joven fornido. Era el mediano de los De jeon y se llamaba jungkook. Este alargó su mano y me cogió suavemente de la mejilla.
—Yo soy jungkook. —Me besó la mejilla—. Me alegro de que estés de vuelta.
—Gracias. Es agradable recibir algo de cortesía después del día que llevó —dije mirando con el rabillo del ojo a minho.
Suspiró y su rodilla topó con la mía. Intenté que no se notara mi sobresalto.
—Tampoco seas tan dramático —dijo apoyándose en la mesa—. ¿Sabéis que aquí, nuestro nuevo compañero, tiene matrículas de honor y todo sobresaliente? ¡No sabe lo que es un notable! —Puso cara de fingido asombro.
Beomgyu, jungkook y Lucas me observaron curiosos. Jeongin lo sabía de sobra y Cris y changbin lo habían descubierto del mismo modo que minho: en clase. La profesora, aprovechando mi obligada presentación, había ido mencionando lo buen estudiante que era, acompañándose de vez en cuando de algún «a ver si aprendéis».
—¿En serio? Vaya, podrías haberlo dicho —dijo Lucas acariciando mis manos.
Miré a Minho. Por un instante, no vi ni oí nada más. Como si solo estuviéramos él y yo en aquella cafetería. Él deslizó su mirada de mis ojos a mis labios y entrecerró los ojos mientras apretaba la mandíbula. No podía hacerme una idea de qué se le pasaba por la cabeza. Yo solía descifrar a las personas enseguida, pero el se me escapaba. Me contemplaba de una forma tan intensa que hasta me costaba respirar.

ESTÁS LEYENDO
Mírame
FanfictionKim seungmin, un joven adolescente de la alta aristocracia coreana, regresa a Corea tras muchos años de internado sin entender muy bien por qué su familia lo quiere de vuelta. Allí se reencuentra con Lee Min-ho, un conocido de la familia con quien n...