10 años tuvieron que pasar para que el duque de windsor y su hija volvieran a pisar tierras inglesas.
Trayendo asi como buenas amistades como enemigos de infancia
Con la aurora saliente y el cantar de algunos pajaritos elizabeth abrió los ojos. Su vista se enfoco en un hermoso jardin
No estaba en su habitación.
Pero al notar algo a sus espaldas y un brazo tomando su cintura solo pudo deducir que...no era un sueño.
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Con cuidado de no despertarlo, se enderezó con la manta cubriendo su cuerpo y se giro lentamente para ver al cuerpo durmiendo.
Anthony estaba ahí, tan pacífico durmiendo, con su musculoso torso descubierto y la manta lo tapa desde la cintura.
Me acaricio levemente su cabello pero el sentimiento de culpa le llegó a su subconsciente.
Que he hecho, pensó.
Con rapidez se visto, eso sí dejo un lirio en el espacio donde dormía para salir rápidamente de la casa bridgerton y rentando un carruaje de alquiler para llevarla a la casa windsor.
No falta mucho para que el vizconde despertará gracias a las gotas de la lluvia que de aproximaban.
Estiró su brazo para tocar a la dama que supuestamente estaria ahí. Tal sorpresa se llevó que no estaba, en su lugar ocupaba un hermoso lirio blanco.
Giro su cabeza esperando a encontrarla pero no, no se encontraba en aquel jardín, tampoco su ropa.
Se ha ido, pensó el vizconde.
En su habitación una muy desesperada lizzy paseaba por alrededor recordando y ese sentimiento de culpa iba creciendo.
Como pude dormir con el ex prometido de mi prima hermana.
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Por un momento se sentó en su tocador y mirando al espejo revivió en su mente los sucesos de anoche... y que noche.
