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— Señorita, vuelva a trabajar, no debería estar aquí. —Me regañó una mujer pelirroja muy bella, por sus vestidos finos deduje que era una sultana

— Lo lamento... ehm, yo no soy una criada —Le informe a la mujer y ella se sobresaltó

—Quien eres señorita?

— Soy Havva —Sonreí

— Eres una sultana ? —Negué.— Pero no eres una criada

— Soy la hija adoptiva de su majestad, usted es una sultana, no es así? — ella asintió

—Soy la sultana Hurrem, la esposa de el sultán  —me incline ante ella.

— Lamento no haberla reconocido, pero viví toda mi vida en el palacio de Edirne —Sonreí suavemente.

— Muy bien, supongo que vienes con Mahidevran —Yo asentí.

— Con su permiso, me retiraré sultana —hice reverencia, y caminé para irme sin embargo la sultana me tomó de el brazo.

— Tomemos el té juntas, te gustaría ?

Yo asentí, algo quiere, verdad?

[..]

Y de hecho no me equivoqué.

— Déjeme ver si entendí, usted quiere que yo... traicione a mi sultana ? — La sultana Hurrem asintió. — Wow, vaya esto es...

—Por favor piénsalo con calma. —Sonrió. —No pienso obligarte a nada por supuesto, pero es necesario.

— No puedo hacerlo sultana, lo lamento. — me levanté.— Por piedad a usted, no le dire a nadie sobre esto, pero le pido no vuelva a hacerme este tipo de propuestas.

Me giré

— no aceptará aunque le diga que podría tener a el príncipe ? —Ella soltó de repente.

Volteé a verla pero rápidamente me di cuenta de mi error cuando la vi sonreír de lado victoriosa. 

Me volteé y salí del lugar lo más rápido posible.

Respiré y corrí a mis aposentos lo más rápido que pude.

—Señorita! —Me tomó un eunuco de la mano. — No puedes correr por el palacio así.

— Me disculpo, tengo prisa, permiso. —Me solté y me fui rápidamente.

Entre en mis aposentos y la desesperación me apoderó. Me descubrió no es cierto? Ella lo sabe. Lo que he tratado de esconder tanto tiempo, ella ahora lo sabe. Y va a usarlo contra mi.

Dicen que esta mujer es el diablo. Lo vi en sus ojos, estoy segura que lo es.

Me tire en mi cama pensando en cómo me amenizaría por esto. Desear a alguien de la dinastía es un pecado grave, tal vez no se pague con la muerte pero si con humillaciones tan fuertes que nunca podrías volver a mostrar tu rostro.

Me tomé del cabello y me di una bofetada, luego otra y otra, seguida de otras más. Hasta que una mano me detuvo.

—Havva! Otra vez haciendo esto? Te dije que no lo volvieras a hacer! 

Me solté la mano y me alejé de Mustafa quien había entrado y acercado a mi en un abrir y cerrar de ojos.

— Havva, soy yo, esta bien. —Me tomó de las manos y me jaló en un abrazo fuerte. — Está bien, tranquila. Todo está en calma nadie va a hacerte daño, estoy aquí.

— Ejem. —Escuchamos a alguien aclararse la garganta detrás de nosotros, y ambos volteamos a ver.

— Mehmet —Dijo Mustafa, yo lo miré incrédula.

Me levanté e hice una reverencia.

—Príncipe.

—Hermano, cuanto tiempo —El me ignoro y se acercó a Mustafa para abrazarlo.

Me alejé de ambos hasta que estuve a una distancia razonable.

— Mehmet, has crecido mucho.

— Como has estado? —preguntó el príncipe.

— Muy bien, bien. Te presento a alguien —Mencionó Mustafa para verme y yo negué con la cabeza rogándole. — Ella es Havva — me miró burlón y el príncipe mehmet volteó a verme.

—Es tu concubina? —preguntó mehmet y yo solté una risa mientras me sonrojaba. Ya quisiera.

—No, no es mi concubina, es como mi hermana, mi mejor amiga. Y es la hija de su majestad.

— Como? Nunca la vi por aquí, nunca me la mencionaron.

— No soy su hija, su majestad me acogió cuando mis padres murieron. - sonreí levemente.

— Ah, lo lamento —negué con mi cabeza.

— fue cuando era muy joven, ya ni lo recuerdo — el me miró con más Lastima. Genial jeje.

—Bueno... ella es Havva — Sonrió Mustafa.

— Es un placer señorita Havva.

— Solo... Havva, por favor

— Claro...

Incómodo...

—Bueno Em, sus altezas, yo, iré a ver si la sultana me necesita. — Ellos asintieron. Yo me quedé un momento esperando y ellos me miraron.— Emm, príncipes, estos... son mis aposentos, no debería decirlo pero... podrían...

— Ah! Si — Mehmet se apuró a caminar a la salida

—Perdón, estaba pensando en algo y...

— Yo también, permiso.

Ambos salieron y un rato después yo también.

— Havva! —me llamaron y vi que era Balibey. — sultana, el sultán necesita verte.

Porque me llaman sultana ?

En fin lo seguí y entré en los aposentos de su majestad, hice reverencia y besé su manto.

— Bienvenida Havva, debo decirte una cosa —El sultán sonrió.

— Dígame su majestad.

— Antes de que tu padre muriera yo le hice una pregunta.

[Flashback]

— Ruzgar Pasha, que es lo que más deseas ? Me salvaste la vida, pídeme lo que quieras.

— su majestad, no deseó nada para mi, sino para mi hija, deseo que tenga una vida próspera, que forme una familia y sea amada. Que se case con un buen hombre.

[Fin del flashback]

— Tu padre se preocupaba mucho por tu futuro Havva.—El me sonrió e hizo una corta pausa.—  Y quiero hablar contigo sobre una boda

— Boda? —Me sobresalté. —

— Así es, una boda con — El sultán fue interrumpido.

—Su majestad el príncipe Mehmet está aquí.

Oh no,no,no,no, no.




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Hola hola~ este es el segundo capítulo, espero que lo disfruten y que les vaya gustando la historia 😽😽

Havva, Sultan [ Principe Mehmet Fanfic ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora