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—Havva, espera! —Tomó mi mano.

—Si su alteza? —Tenía frente a mi a Mustafa, así que hice una reverencia.

—Havva, podemos... hablar a solas?

—Claro, ven a mis aposentos.

Empezamos a caminar juntos, pero una sensación de incomodidad me llenó, era extraño, solía estar en completa comodidad con Mustafa antes, pero ahora no... que había sucedido.

—Lamento lo que mi madre dijo hace un momento.

—Está bien. —Respondí secamente, la verdad no sabía que responder a eso sin sonar descuidada.

Entramos en mis aposentos y pedimos que nos dejaran solos una vez los sirvientes salieron empecé a hablar.

—Dime, que quieres decirme? —Pregunté mientras el se sentaba.

—Yo se que, nos hemos distanciado y que, últimamente no tenemos la misma relación que antes pero, yo quisiera... es decir..

—Por favor, vaya al grano su alteza.

—Quiero que volvamos a ser como antes —Se sentó a mi lado muy cerca y tomó mi mano.

En otro momento esto me hubiese emocionado demasiado, pero, su tacto se sentía tan frío, y sus ojos reflejaban algo que no podía deducir correctamente, pero me daba la sensación de que mentía o tenía una intención oculta.

— a que se debe esta propuesta tan repentina? —Lo miré y me solté de su agarre.

—Te extraño. Y extraño todos los buenos momentos que pasamos juntos —Se acercó a mi oído para seguir hablando.— Y tal vez algo más.

En ese momento lo empujé suavemente y me levanté ya que vi ciertas intenciones de querer acercarse más a mi y definitivamente no lo permitiría.

—Disculpe, pero su petición me parece atrevida. Y ya es tarde, por lo que le pediré que se retire.

El soltó una risa burlona y se levantó de su asiento.

—No tienes porque darme una respuesta ahora mismo. Estaré esperando, sultana — se levanto.

El salió de los aposentos, me dejé caer en mi cama pero casi inmediatamente escuché la puerta abrirse.

—Que hacia Mustafa aquí? —Podría reconocer esa voz donde fuera.

—Quería hablar conmigo sobre un asunto —Respondí sin levantarme de la cama.

—Que asunto? —Se acercó a mi y se acostó a mi lado mirándome a los ojos.— No vas a decirme?

—No tiene importancia Mehmed.

—Para mi si —Rodé mis ojos y le expliqué porque Mustafa estaba aquí.— Y tiene el descaro de acercarse a ti

—No entiendo

—No es nada, vine a ver si dormías pero al parecer aún te queda energía —Asentí un poco.— o tal vez no ? —Yo solo cerré mis ojos.

El dejo un beso en mi cabello, se despidió y escuché la puerta abrirse y luego cerrarse. Se había ido.

Me Dormí profúndame







Los días pasaron bastante rápido y no me malinterpreten no me disgustaba nada eso, sin embargué estábamos a una semana para la boda.

Todos estaba casi listo, solo faltaban algunos últimos detalles que por cierto yo debía encargarme personalmente.

—Tengo que irme —Canturreé soltándome del agarre de Mehmed.

—No te vayas —Me tomó de la cintura esta vez más fuerte.

—Tienes cosas que hacer y yo también, vamos.

Me levanté de mi asiento y el me haló haciéndome caer sentada otra vez.

—Príncipe Mehmed, ya es momento de irnos

—Estoy bien aquí.

—Yo no. —Me levanté rápidamente y salí de los aposentos, poco después escuché las puertas abrirse otra vez.

No tardo mucho en pararse a mi lado y sonreírme. En ese momento apareció un soldado, me parecía familiar, se acercó a Mehmed e hizo reverencia.

—Sultana, Este es Ilias, es un soldado genízaro como podrás ver, pero además en un buen amigo.

Elevé una ceja, con que amigo?

—Ya nos habíamos visto antes, pero no me puso al tanto de su amistad, su alteza —Sonreí viéndolo pero el no levantó la mirada ni un segundo.— Acabo de recordar qué hay algo que debo hacer urgentemente, nos vemos luego su alteza.

Le di un beso en la mejilla e hice una reverencia. Antes de irme le di una mirada rápida a este soldado. Algo en el no me termina de agradar.

Volví a mis aposentos con mis criadas.

—Cihan, empezaron a investigar al soldado que te pedí? —Pregunté sentándome en mi cama

—Así es sultana, sin embargo no parece haber nada fuera de lo usual en el, es más, ahora se encuentra cercano a su alteza el príncipe Mehmed. —Dijo Ella bastante segura de que esta persona no era una amenaza.

—Tráeme a la persona que lo está investigando.

—Sí, sultana.

Ella salió de los aposentos y luego volvió con un aga.

—Sultana, el es Emir aga. Es una persona de bastante confianza y el es quien ha investigado al soldado.

El hizo una reverencia, siguiendo el protocolo.

—Dime, que has descubierto?

—En estos días logre notar que tiene una extraña cercanía con su alteza el príncipe, Sultana. Y me refiero a extraña porque es bastante reciente. Nunca antes se lo había visto por este palacio, sin embargo, su última parada antes de venir aquí, fue la provincia de manisa, según los registros que encontré. —Mantuvo la cabeza baja mientras yo lo escuchaba

—Manisa... algo no anda bien.... —Murmure para mi. —Muy bien Emir aga. Sigue investigando a este hombre y... ten —Le expendí una bola de tela con oro dentro. —Gracias por tus servicios

El agradeció muy formalmente y salió de los aposentos

—Bien, tenemos cosas que hacer. —Dije llamando la atención de mis criadas .— no hay tiempo que perder!




































Finalmente el día de mi boda llegó.





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Havva, Sultan [ Principe Mehmet Fanfic ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora