Pasó una semana desde la boda, y ahora mismo estábamos llegando a la provincia de Manisa. Íbamos juntos en un carruaje debido a la insistencia de Mehmed por cuidarme.
Deje de ver por la ventana para ver a mi esposo enfrente, al instante pude notar lo nervioso que estaba, jugaba con sus dedos mientras miraba por la ventana con una expresión neutral, estaba nervioso.
— Te pasa algo? —Llame su atención con mi voz y el inmediatamente volteó su cabeza a mi.
—Qué ? No, para nada. —Dijo rápidamente y volteó su cabeza otra vez.
Mehmed no era de las personas que mentirían, a menos de ser necesario o que su orgullo se viese atentado, un claro ejemplo es esta situación.
Había logrado conocerlo a pesar de todas los inconvenientes que presentamos antes de nuestra boda, ya había memorizado algunos gestos en él y su respectivo significado.
Suspire un poco antes de hacer lo que tenía que hacer.
—Mehmed —Lo llame con voz melodiosa y el me miro.— Todo estará bien, no te preocupes tanto —Le dedique una sonrisa tranquilizante y el me la devolvió.
Dejo de jugar ansiosamente con sus manos, y tomó una posición más tranquila. Aunque las palabras sean solo eso, palabras. A Mehmed le tranquilizan bastante cuando está ansioso. Es como un niño grande.
El trayecto siguió bastante tranquilo hasta llegar a manisa, una vez ahí cruzamos el mercado hasta llegar al palacio, fuimos bien recibidos por el pueblo aunque habían algunos que gritaban el nombre de Mustafa, eso me hizo enfurecer, sin embargo me tranquilice rápidamente ya que no valía la pena.
En el palacio finalmente pudimos bajar de el carruaje.
Nos recibieron cálidamente con algunas sonrisas, y otros ofreciendo cestas de frutas entre otros alimentos. Parecían bastante emocionados por la llegada de mi príncipe.
— Su alteza, venga por aquí —De repente apareció Ilyas el mismo soldado genízaro del que desconfío
—Ven Havva —Tomó mi mano y me llevo con el.
— Les mostrare el haren.
Nos guió a los aposentos del haren, hay que aclarar que unos días antes de que nosotros emprendiéramos viaje para venir aquí, fueron enviadas todas las mujeres que forman parte del haren de Mehmed. Así que no me sorprendía para nada ver tantas mujeres aquí.
—Atención! Su alteza el príncipe Mehmed y la sultana Havva! —Todas hicieron una reverencia pero una de ellas levantó la cabeza para verme y dedicarme una mirada para nada amigable. Sonreí ante el acto de esta muchacha
—Ahora lo llevaré a sus aposentos. —dijo ilyas, Mehmed tomó mi mano y lo miré
— Me quedare un momento, iré luego —El asintió, beso mi mano y se fue.
—Señorita Facria, por favor elige a una mujer de todas ellas y envíala a mis aposentos en unas horas.
—Sí sultana.
Camine entre todas las mujeres que mantenían su cabeza baja, y me topé con la mujer de aspecto desafiante, la miré y ella se mantuvo erguida, aun viendome. Con una mano tomé su mentón e hice que bajara la mirada, pude notar cierto enojo en ella, pero solo pase de largo sin darle mérito.
Finalmente salí del haren, y deambulé un rato por el palacio de manisa ya que aún no me familiarizaba con el lugar, en resumen, estaba perdida.
—Sultana! Por allah, al fin la encuentro — Se acercó a mi un eunuco.— Venga la llevare a sus aposentos.
Asentí con la cabeza y caminamos hasta los aposentos.
—A unos pasos se encuentran los aposentos de su alteza , a petición de el mismo.
—Muchas gracias, entraré a descansar —El asintió y se fue.
Entré en mis aposentos y rápidamente noté que eran mucho más grandes que los que tenía anteriormente. Pero toda mi atención se la llevó una gran estantería repleta de libros. Sonreí inconscientemente.
Me senté en uno de los sofás que había, parecían los aposentos de una madre sultana.
No tardaron en tocar mi puerta, di el permiso y entraron mis criadas acompañadas de la señorita Facria y una mujer.
—Sultana, aquí está la mujer que solicitó —asentí con mi cabeza y ella salió.
— Cual es tu nombre señorita?
— Clara, sultana —ella bajo su cabeza.
—Clara... —La mire de pies a cabeza era una mujer sin dudas hermosa. —Muy bien puedes retirarte
—Pero sultana...
—No eres a quien necesito —Sonreí.— Considéralo clemencia, Clara.
—Sultana, su alteza el príncipe Mehmed la solicita en sus aposentos. —Entró la señorita Facria, apresurada.
—Déjame prepararme
—Lo siento sultana, pero su alteza me ordenó llevarla de inmediato.
Asentí con mi cabeza, le dediqué una sonrisa de despedida a Clara y salí de mis aposentos rumbo a los de Mehmed.
Y una noche más estuvimos juntos.
El sol salió e iluminó toda la habitación, me encontraba acurrucada en el pecho de mi esposo, el aún dormía, se veía muy sereno y relajado.
Dejé algunos besos en su cara y fui bajando a su pecho, el se despertó y acarició mi cabello, levante mi cabeza hasta sus labios y los besé.
—Que linda forma de darme los buenos días. —Sonreí inocentemente, mientras el acariciaba mi cabello.— Havva, Yo te... —En ese momento entraron los eunucos con el desayuno.
Holaaa, volvimos, bienvenidos a la 2da parte de Havva sultan, es pero que la disfruten mucho tanto como yo lo hago. Nos leemos pronto 👋
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Havva, Sultan [ Principe Mehmet Fanfic ]
Science FictionUna mujer libre comprometida con un príncipe otomano, que podría salir mal?