Havva, Sultan [ Principe Mehmet Fanfic ]

027

— Estas celosa de una criada? —Mehmed elevó una ceja.

—Antes que todo es mujer. —Dije mirando a otro lugar.

El se acercó a mi y tomó mi mentón.

—Tú —Me dio un beso en la frente.— Eres la única mujer, que mis ojos y mi corazón aman. Nunca dudes de eso, si?

Le di un abrazo fuerte, todo lo que fueron celos desaparecieron rápidamente, y mi corazón se sintió más pequeño.

—Ahora, debemos irnos, mi sultana —Tomó el collar de rubíes que yacía en el piso, lo limpio suavemente y la puso sobre mi cuello —Voy a hacerte otro de esos.

—Pero este es Perfecto —Le dije tomando su mano y avanzando fuera de la habitacion.

—Me recuerda a los tiempos en que estuvimos peleados, no me gusta nada.

Me sonroje y baje mi cabeza

Por suerte era el último día de nuestros visitantes en nuestra morada. Así que hoy habría una pequeña cena de celebración.

Entramos en los aposentos del haren y ahí estaban nuestros visitantes sentados.

—Buenas tardes —Saludé e hice una reverencia.

—Sultana, príncipe. - hicieron reverencia las criadas y nuestros invitados.

— Es una tristeza que ya sea su último día con nosotros —Empecé una conversación.

—Así es, querida Havva, sin embargo —La sultana Mahidevran me sonrió abiertamente.— El príncipe y yo, trajimos un presente para su alteza el príncipe Mehmed.

—De que se trata? —Sonreí falsamente.

Ella hizo una seña con sus manos y las puertas se abrieron, dejando ver dos hermosas mujeres, esbeltas, de piel pálida, ambas de ojos claros y cabello fino, vestidas de púrpura.

Me tensé inmediatamente al ver que sus manos se encontraban vacías, apreté mis dientes tratando de esconder mi disgusto. Mehmed pareció notarlo porque tomó mi mano y la besó.

—Espero que su alteza aprecie estos obsequios, las elegí personalmente para el. —Sonrió.

Respire hondo para calmarme y no decir alguna tontería.

—Son hermosas sultana —Sonreí y me volteé a Mehmed.— Justamente necesito dos criadas más para ayudarme con el harem —Puse una de mis manos en su hombro y acaricié su mano que estaba entrelazada a la mía con mi pulgar

—Muchas gracias sultana, serán de utilidad para mi sultana — me respondió mi esposo y besó mi frente.

Y la sultana hervía de rabia, sonreí orgullosamente.

—Pero —Habló Mustafa.— Son para ti especialmente hermano, me parece que es de mal gusto rechazarlas, podrían llegar a ser favoritas.

—Sin embargo tengo suficientes favoritas — Respondió mi Mehmed al instante.

—ah si? —elevó una ceja la sultana mahidevran.

—Así es, tengo una favorita y para mi es mas que suficiente.

—Y podríamos saber de quien se trata? —Sonrió la sultana Hatice.

—Pero si ya la conocen, mi esposa, la sultana Havva.

La sultana Hatice soltó una carcajada bulliciosa.

— Oh Havva, eres tan celosa, deja que nuestro príncipe se divierta de vez en cuando —las demás sultanas, excepto Hurrem asintieron.