Infierno en tu mirada - ZEENUNEW

Capítulo 7: Primer guerra

Los días pasaban y cada vez era más frustrante esperar. Nunew no había tomado una decisión ante lo que sentían y Zee se estaba desesperando. Siendo el Alfa, se esperaría que tomara la iniciativa todo el tiempo, pero ya la había tomado cuando estuvieron en la sala de juntas y fue rechazado por el omega. Sus últimas palabras le indicaron que pensaría en lo que estaba pasando, pero al parecer el pequeño estaba disfrutando de tener en ascuas al alfa, porque no había indicios de querer hablar al respecto.

Por lo que, si el omega no tomaba una decisión, Zee tampoco estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. Si el destino lo condenaba a permanecer ligado a ese obstinado omega, entonces no se la pondría fácil. Así que tomó la decisión de hacerle la vida imposible. Solicitó al departamento de diseño y creatividad un reporte diario de los avances de la campaña. Además, pidió que se compartiera en tiempo real el archivo de la sábana presupuestal para estar al tanto de cada cambio que el omega hiciera. Por si fuera poco, propuesta creativa de cada activación publicitaria que proponía Nunew, propuesta que era rechazada por el alfa.

Lo cual era una lástima pues cada vez era más difícil rechazar las propuestas del omega ya que todas eran muy buenas. Mejor que cualquier propuesta que hubieran tenido en las últimas campañas de cualquiera de los productos ya existentes. Así que Zee tuvo que encontrar cualquier detalle insignificante para rechazarlas. Esto tenía como consecuencia que Nunew se quedara a trabajar tiempo extra todos los días, para que a la mañana siguiente su propuesta fuera de nuevo rechazada.

Zee estaba disfrutando agotar a Nunew al máximo. Si quería guerra, la tendría. Aunque sabía que ese tipo de comportamiento era considerado acoso laboral, a Pruk le importaba un bledo. Si el omega se negaba a darle una respuesta con respecto a su relación, entonces el alfa sería el más tóxico con su destinado. No importándole si era ético o no presionarlo de esa forma.

Incluso, por las cámaras de seguridad, pudo observar que varias noches el pequeño se quedaba a dormir en las instalaciones de Industrias Pruk para poder terminar el trabajo extra solicitado. Así que conforme pasaban los días, sólo era cuestión de esperar para que el omega llegara rogando a su oficina que lo tratara mejor. Y entonces las condiciones de su relación las pondría Pruk a su manera y beneficio.

Pero mientras el alfa ejecutaba su plan, un agotado e irritado omega estaba planeando la revancha. A la semana de serle asignado trabajo extra y de entender que el alfa buscaba agotar su paciencia, el omega tomó cartas en el asunto. Él no sería el único vulnerable en esa relación. De su cuenta corría que fuera el alfa el que pidiera perdón por todo el acoso al que estaba sometiendo cada día al omega.

Por lógica, el puesto de Nunew no podía afectar en nada el trabajo del alfa, pues la jerarquía laboral no lo permitía. Además, cualquier mala ejecución en su trabajo, sería mal visto por la empresa y detendría cualquier posible ascenso en el futuro, así que no le quedaba de otra más que pensar en un plan que no involucrara nada de sus funciones como creativo de la marca.

Cierto día, mientras esperaba que el último presupuesto fuera autorizado, uno de sus compañeros le informó que una de las cámaras había dejado de funcionar y que en la tarde la repararían los trabajadores de mantenimiento. Eso llamó la atención de Nunew porque no sabía que había cámaras en su área de trabajo, pensó que sólo había en la sala de juntas y las posiciones claves de la empresa.

Gracias a ese descubrimiento, planeó que esas cámaras le ayudaran a contar una historia falsa frente a los ojos del alfa. Así, luego de semanas en las que el acoso laboral era extremo... Nunew comenzó a auto enviarse flores. Algunas veces, se auto enviaba comida cara cuando se quedaba hasta noche. Como se supone que nadie debía enterarse que él mismo se la enviaba, nunca bajaba por su comida (pues era de alguien que supuestamente lo cortejaba y quería darle la sorpresa al mimarlo). Razón por la que los empleados de seguridad solían subir sus alimentos o regalos y el omega siempre los recibía con mucha felicidad y leyendo en seguida la tarjetita que acompañaba siempre a los envíos.