Capítulo 21: Fantasías ocultas

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Los días de descanso siempre habían agobiado a Nunew. No porque no le gustara tener tiempo libre, sino porque pocas veces sabía qué hacer con ellos. Peor ahora que no tenía que lavar su ropa, ni cocinar o limpiar porque en la casa de Zee todo estaba a su servicio. "Qué aburrido", pensaba. Y es que sabía que estaba siendo malagradecido al tener esos pensamientos, pues no podía quejarse de toda la atención que recibía. Si quería algo refrescante para la alberca, los empleados se lo daban. Si le apetecía algo diferente y delicioso, .... se lo preparaban con gusto. Incluso, aunque él significara más trabajo para todos, parecía como si el personal completo estuviera feliz de que pasara una temporada con ellos. Incluso sonreían más, de acuerdo a lo que Zee pudo notar, comentándoselo de inmediato a su omega.

Lo que comenzó a preocuparle es que el único momento de su día que se sentía feliz y pleno era cuando su alfa llegaba a casa y eso le inquietaba porque necesitaba otras cosas en su vida sino quería depender para todo de la presencia de su destinado. Así que decidió como misión explorar la enorme casa. Conoció hasta el último rincón y podía ubicarse de inmediato si quería ir a tal o cual lugar de la propiedad. Era enorme y cualquiera se perdería, pero Nunew logró aprender cada pasillo y habitación en poco tiempo. Además, comenzó la costumbre de pasar un par de horas en la piscina todas las mañanas antes del desayuno, de alguna forma nadar temprano le permitía sentir energía todo el día.

Zee estaba feliz de tenerlo en su casa de forma más permanente, pues todo el lugar ya estaba impregnado del delicioso aroma de su omega. Y eso le producía una paz infinita, como si el estrés de la oficina se quedara en la puerta y no entrara con él al espacio que los dos compartían. Eso benefició en mucho el comportamiento del alfa, se había vuelto más cariñoso, atento e incluso su libido subía conforme avanzaba la semana.

Esta situación, logró que la dinámica entre ellos también cambiara a nivel sexual. Por las noches, mientras los empleados dormían, exploraron cada superficie disponible en el inmueble. Sólo bastaba con que el alfa viera parado a su hermoso omega en la cocina, mientras se servía un vaso de agua en la noche, para tomarlo por detrás y penetrarlo varias veces. Incluso, en una ocasión estuvieron a punto de ser vistos por uno de los vigilantes de la casa, pues las ganas les llegó en el jardín de la casa, detrás de unos matorrales con flores, en un pequeño espacio plano, donde podían esconderse. Lo bueno fue, que cuando el alfa alcanzó a escuchar que alguien se acercaba, cesó todo movimiento para evitar que el omega siguiera gimiendo de placer.

Todo esto a veces sacaba una enorme sonrisa a Zee, pues nunca había vivido situaciones de ese tipo y mucho menos se había sentido tan pleno como ahora. Era como si cada día las cosas embonaran de manera perfecta en un mundo que siempre pensó caótico, pero que ahora veía lleno de posibilidades.

En cuanto al aburrimiento de Nunew, la solución estaba en la biblioteca del alfa, pues se pasaba largas horas leyendo, planeando incluso menús sorpresa para su alfa que compartía o solicitaba con el personal de la casa para que todos disfrutaran de las cenas. Y es ahí, en la biblioteca, cuando Nu encontró una pequeña libreta de pasta dura. Al abrirla, la primera página estaba en blanco, y fue hasta que llegó a la tercera página que por fin supo de qué se trataba.

Su asombro fue mucho y su curiosidad todavía mayor. Esa tarde pasó leyendo cada página de esa libreta y cuando su alfa llegó, decidió no tocar el tema hasta que estuvieran en la cama y a solas.

Una vez ahí, Nunew esperó a que el alfa saliera de tomar su baño y con mucha cautela le dijo:

- Hoy pasé mucho tiempo en tu biblioteca. Tienes un buen acervo literario ahí.

- Mmm... a mi padre le gustaba mucho coleccionar buenos libros, tengo varios en primeras ediciones.

- Sí, eso noté... - dijo el omega tomando valor para tocar el tema - también encontré algo interesante en uno de los cajones.

Infierno en tu mirada - ZEENUNEWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora