Capítulo 27: Confrontamientos

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Capítulo 27: Confrontamientos

Zee caminaba de un lado al otro de la habitación. Nunew acababa de decirle lo que su madre le hizo y estaba colérico. Esa mujer todavía, luego de lo que había hecho, se sentía con el derecho de meterse en su vida y su relación. ¿Quién diablos se cree?

- Alfa, deberías calmarte...

- ¿Cómo puedo calmarme si siento que la sangre me hierve? – se detuvo el alfa, volteando a ver a su destinado. Sus ojos estaban encendidos, como si algo dentro de él lo estuviera quemando. Nunew se dio cuenta que esta visita de Lucrecia Pruk sería lo más difícil que tendrían que afrontar, sobre todo porque Zee parecía completamente vulnerable a lo que hiciera o dijera su madre.

- Necesitamos pensar con la cabeza. No conozco a tu madre, pero por lo que hizo en el pasado y por lo poco que platiqué con ella, puedo darme cuenta que no quitará el dedo del renglón para separarnos. Debemos ser más astutos y resistentes que ella, cariño.

"Cariño". Esa palabra nunca nadie se la había dicho a Zee desde que era pequeño. Escucharlo de la boca de Nu lo tranquilizó de inmediato, era como si de pronto todo el aire y las fuerzas se le hubieran ido, así que se sentó en la cama junto a su omega.

- Cuando mi madre nos abandonó, sin importarle todo lo que estaba causando, mi corazón se rompió por completo. Ella era mi adoración, la admiraba tanto... y de pronto nunca le importé, se fue a buscar su felicidad cuando todo ese tiempo nos había hecho creer que nosotros éramos parte de esa felicidad. No confío en nadie por ella, bien lo sabes. Luego de la muerte de mi padre, milagrosamente se hizo presente, habló con los abogados y reclamó su parte de la herencia. Ella sabía que mi padre me había heredado todo a mí, pero por las leyes de Tailandia, el matrimonio aún no se había disuelto y al menos una manutención y parte de las acciones eran de ella. Jamás le interesó la empresa, en realidad lo único que deseaba era cobrar las ganancias año con año y no volver a verme. Incluso por años me pregunté qué había hecho mal para que mi propia madre no quisiera que yo formara parte de su vida...

- Tú no hiciste nada, Zee. Eras muy joven, simplemente tu madre era muy egoísta y prefirió vivir lo que según ella había dejado atrás sin pensar en las consecuencias de sus actos. Pero nunca pienses que algo estaba mal contigo. Tú no puedes depender de lo que otra persona, incluida tu madre, piensa de ti.

- Es fácil decirlo, pero es muy difícil hacerlo. – dijo el alfa, viendo sus manos mientras hablaba, como si no pudiera ver a Nunew a los ojos. Era impresionante cómo el alfa altivo y dominante se volvía un niño temeroso y dolido con sólo la presencia de su madre. Si Nunew pudiera regresar el tiempo y salvarlo de ese horrible pasado, lo haría. Mil veces lo haría.

En la próxima hora, comieron un poco y tomaron un baño juntos. Y fue hasta que el teléfono de Zee sonó que salieron de ese mundo que solo a ellos les pertenecía. Cuando Zee colgó, estaba pálido.

- ¿Qué sucede? - preguntó Nunew, pues el rostro de su alfa estaba tenso y algo contrariado.

- Mi madre ha solicitado una junta de último minuto, pide ver los resultados de las ventas del último lanzamiento y exige que tú estés presente pues eres el responsable de la campaña.

A Nunew no lo sorprendía, sabía que esa mujer haría lo que fuera para hacerle la vida imposible e incluso en el aspecto laboral. Después de todo, ella tenía el poder de hacer su vida un paraíso o un infierno en su trabajo.

- No te preocupes, alfa. Me conoces, ni siquiera tú pudiste conmigo cuando querías hacerme la vida difícil en la empresa, ¿recuerdas?

La semisonrisa de Nunew animó al alfa. Tenía razón. Su madre podía ser una arpía llena de ases bajo la manga, pero su omega era alguien que daría pelea ardua antes de desfallecer.

Infierno en tu mirada - ZEENUNEWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora