Capítulo 9: Explosión

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Nunew tocaba en la puerta de su amigo Max, ese había sido el punto neutro en el que Zee quedó de verlo para hablar. El mensaje de la ubicación elegida llegó justo cuando los nervios del omega estaban a flor de piel. Al menos el lugar pertenecía a una persona en la que confiaba y era un alfa al que verdaderamente apreciaba y que nunca le haría daño.

Aún así, estaba nervioso. No sabía qué pensar y su cuerpo lo hacía por él. Parecía como si supiera que algo pasaría y lo esperaba con ansias. No quería reconocerlo, pero estaba deseando ver al alfa, quizás sólo por acabar de una vez con la plática pendiente, o porque su libido le decía que por fin estaría a solas y cerca de su destinado de nuevo.

Por su parte, Zee Pruk se encontraba ansioso. Paseaba de un lado a otro del departamento y no podía parar. Sabía que era cuestión de tiempo para que el omega llegara, para que volviera a sentir esa electricidad que lo estremecía. Su alfa interno se sentía inquieto, aunque el hombre externo trataba de aparentar que nada pasaba.

Max podía darse cuenta de lo alterado que su amigo estaba. Parecía que si, por algún motivo, Nunew no llegara, su amigo Pruk se desmoronaría. Todavía no eran nada, ni amigos, ni pretendientes, ni pareja, ni amigos con derecho... nada. Y aun así podía palpar la desesperación de Zee.

El toque de tres golpes a la puerta le indicó que debía abrir la puerta. Nunew había llegado. Max se levantó de su asiento para abrir, mientras que el otro alfa de inmediato se puso rígido y mirando la puerta como si su vida dependiera de ello.

- Pasa Nu, estás en tu casa.

- Gracias, es raro estar aquí sin cerveza como siempre.

Comentario equivocado, pues el alfa Pruk emitió una especie de gruñido. Max comprendió de inmediato y cerrando la puerta dijo:

- Calma, Zee. Nu y yo hemos sido amigos por años y acostumbramos reunirnos de vez en cuando para ponernos al día. Él trae cervezas y yo comida o botana. No pasa nada más que una simple charla de amigos.

- Y si algo pasara tampoco tendría por qué importarle, no somos nada Sr. Pruk. - dijo Nu, cansado de que su amigo tenga que dar explicaciones que no son necesarias sólo para calmar el ego de un alfa.

La tensión podía sentirse, así que Max caminó a la mesa por sus llaves.

- Nu... están aquí para hablar, no le provoques. Así como espero que Zee no te provoque a ti.

- No garantizo nada - dijeron alfa y omega al mismo tiempo. Casi sincronizados y voltearon a verse con una mirada profunda.

- Vaya, creo que esto estará intenso... sólo les pido que si llegan a un acuerdo y las cosas suben de tono... avísenme por mensaje para que no regrese hasta mañana, voy con unos amigos al bar.

En tan solo unos segundos, Max desapareció por la puerta, dejando a un Nunew y un Zee sumamente aprensivos.

- Tomemos asiento, es mejor que hablemos con calma. - dijo finalmente Zee.

- De acuerdo.

Ambos se sentaron en el mismo sillón, sin tocarse; parecía que estaban casi en los extremos opuestos del mueble. Temían que las ganas de sentirse les ganaran, por lo que era mejor platicar estando relativamente lejos.

- Bien... creo que comenzamos con el pie izquierdo. - inició el alfa.

- Algo así, aunque en realidad fue tu ego el que siempre comienza todo mal.

- Tú también tienes tu ego y eres testarudo.

- Mira quien habla. - dijo Nunew retando al otro.

Guardaron silencio un instante, estaba claro que ninguno quería ceder ni un momento. Así que el alfa fue el primero que comenzó a charlar sobre el tema por el que se habían reunido.

Infierno en tu mirada - ZEENUNEWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora