Infierno en tu mirada - ZEENUNEW

Capítulo 16: Reencuentro

La reunión general del lunes estaba repleta. Todos los involucrados estaban presentes, incluyendo uno que otro accionista. Nunew presentó todos los cambios de la campaña y la sábana presupuestal al día, incluso ya contando a los nuevos proveedores del plan de medios que en recientes días habían definido.

Zee observaba atónito y con cierto orgullo al pequeño omega. Era extremadamente profesional, bien versado e incluso podía responder a todas las sorpresivas preguntas que él y otras personas le lanzaban. En ningún momento titubeó, ni tardó en responder. Al contrario, sus respuestas siempre eran concisas y determinantes. Incluso, cuando alguno de los presentes quiso criticar la elección de contemplar a un proveedor que no le caía bien, Nunew fue tajante al decir: "no es usted el que lidiará con el proveedor; además, él es el mejor en su ramo y no dejaremos caer esa parte de la campaña porque la empresa no tenga la suficiente madurez para trabajar como profesionales sin inmiscuir percepciones personales. ¿No le parece?"

La persona que había externado su comentario poco funcional se sintió cohibido ante tal respuesta, pues todos los ojos voltearon a verlo. Así que sólo se limitó a gruñir y dejar que la presentación del omega prosiguiera. Por su parte, Zee esbozó una ligera sonrisa al darse cuenta que jamás tendría que defender de nada al omega. Cuando de trabajo se trataba, ponía a las personas en su lugar si era necesario y siempre actuaba de una manera muy profesional y responsable.

Al terminar la reunión, Nunew fue el último en salir porque tenía que apagar el cañón proyector y desconectar su laptop. Zee aprovechó para terminar de dar las últimas indicaciones.

- Trata de conseguir la última cotización del proveedor de las activaciones publicitarias, sobre todo las que serán performance poco antes del evento principal de lanzamiento. Debemos verificar que el costo nos conviene y aprovecharlo al máximo.

- Sí, ya lo tengo contemplado en las tareas de esta semana. El proveedor dijo que mañana mismo me envía la cotización, de no hacerlo, lo contactaré yo.

Ambos permanecieron en silencio como si ya no tuvieran más que decirse y de pronto el tiempo se sentía casi en cámara lenta. Durante la presentación lo había observado de pies a cabeza pero ahora que podía verlo quieto y de frente, sin tanta gente alrededor, también notó algo importante.

- No puedo olerte, estás usando bloqueador de feromonas. – dijo el alfa, sonando un poco molesto al descubrir ese pequeño detalle.

- Sí, en el trabajo siempre he usado bloqueador. No tengo ganas de que cualquier alfa se me acerque pensando que por no traerlo le estoy provocando.

- Mmm...

- ¿Es todo, Sr. Pruk? – dijo Nunew mientras guardaba su computadora en su mochila de trabajo.

Zee quería detenerlo, exigirle que hablaran de lo que ocurrió entre ellos esa noche. Pero su orgullo podía más. No podía comprender cómo es que él había pasado un fin de semana de martirio, mientras que por lo visto el omega lucía radiante, como si hubiera pasado la mejor de las noches y con una presentación impecable. ¿En qué momento Zee Pruk se había convertido en ese remedo de hombre que duerme fatal a causa de un omega?

- No, eso es todo, puedes retirarte. – dijo finalmente.

Observó cómo Nunew con gracia y calma abandonó la oficina y permaneció sentado un largo rato. Tenía que olvidarse del omega, no era posible que sus pensamientos siguieran girando entorno a una relación que no llegaría a nada. Esa misma noche, saldría con Max a tomar unos tragos y estaba dispuesto a pasarla bien.

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Nunew, luego de la presentación, fue al baño a refrescarse un poco. Lo primero que hizo fue encerrarse en uno de los cubículos. Tenía ganas de gritar de la felicidad que le daba haber logrado una presentación tan genial; pero lo que más le enorgullecía era poder manejar una plática laboral con el alfa de una manera tan calmada y cordial. Por ningún motivo permitiría que sus emociones se notaran en el trabajo. Ya suficiente era que todo lo que quería decir se lo hubiera guardado la otra noche, como para todavía armar un espectáculo en la oficina.