Capítulo 1.- Despertar.

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-Si tuvieras la oportunidad de desear cualquier cosa ¿qué pedirías? - pregunté casi en un susurro, la noche era hermosa, el cielo estaba completamente despejado y las estrellas brillaban más que nunca, convirtiéndolo en un momento especial y tenía miedo de que si hablaba más fuerte el encanto se rompería. -Mmm no lo sé, tal vez un carro nuevo o quizás una casa, oh ya sé, pediría ser millonaria. ¿y tú?- No recuerdo que te conteste tal vez pedí la paz mundial o tal vez fue un deseo egoísta, pero ahora después de tanto tiempo, desearía tener más tiempo a tú lado.

Las lágrimas recorren mis mejillas, mientras que mis oídos captan el sonido agudo de la alarma con una mezcla del sonido errático de mis latidos. He perdido la cuenta de las veces que he despertado de la misma forma, giró mi cuerpo para buscar la alarma y apagar el sonido molesto y es cuando me doy cuenta que se me hace tarde para la clase de artes. -Maldición, esta vez no hay forma que me dejen pasar, pero ya no puedo faltar más.- Corro por todo mi cuarto para alistarme e ir a la escuela, mientras salía de mi casa para subirme a mi moto la señora Angela me saluda desde sus rosales. Es una señora muy amable, aunque algo chismosa.

-Lo lograste, por un momento pensé que tendría que fingir un desmayo para salvar tu trasero.- Al escucharla solo ruedo los ojos. -Gracias por tu dramatismo Sam, pero es raro que estés afuera, el profesor ya debería de estar adentro.- digo mientras miro a Sam fuera del salón junto a la puerta, es raro que Sam no haya entrado ya que siempre llega 20 minutos antes ya que el profesor es un viejo cascarrabias que no te deja entrar después de 5 minutos.

Sam me miraba con una mueca rara -¿No lo sabes? El profesor se dio de baja por incapacidad médica, eso responde el porqué tu cabello está hecho mierda y amiga ¿acaso estás ocupando tu ropa al revés?- Al escucharla al fin me fijo de como tenia la ropa, por eso la señora Angela me vio tan raro y estaba tan sonriente pienso. Mientras Sam se reía yo estaba muy avergonzada mirándola de forma asesina, - ¿Por qué no me lo dijiste idiota?- Al escucharme Sam se reía mas fuerte y cuando al fin se calmó se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa. -Eres insoportable.- dije mientras ponía los ojos en blanco dirigiéndome al baño para acomodar mi ropa y cabello.

-Vamos solo era una broma, además yo también llegué temprano para que no estuvieras sola- Dijo Sam mientras salía del baño y le lanzaba una mirada asesina, pero no puedo estar enojada tanto tiempo con mi única amiga, Samantha siempre ha tenido cierto poder sobre mí o sobre cualquier persona que la rodea, no sé si es por su hermoso rostro o por su energía tan vibrante y llena de vida, así que después de unos segundos suspiró derrotada. -Está bien tú ganas, aunque ¿qué haremos durante las siguientes 2 horas libres?-

-No tenemos horas libres- dijo Sam caminando por los pasillos. –Juntaron nuestro salón con el grupo de la profesora Catherine, nos dará las clases de artes durante el resto del semestre.- Yo solo suspiro como respuesta dirigiéndome al salón pensando que este día no puede ser peor.

-Haber pongan atención, para el final de curso necesito que hagan un proyecto será de 4 integrantes y yo los elegiré a partir de sus capacidades, para incentivarlos a desarrollar un buen proyecto realizare un concurso los ganadores tendrán un 10 en el curso además de un premio y cada uno de ustedes tendrá la oportunidad de exponerlos en la fiesta de clausura del semestre.- Al escuchar las instrucciones de la profesora Cat, maldije en mi mente ya que odio trabajar en equipo, bueno, odio a las personas con excepción de Sam, aunque a veces quiero matarla.

Llevamos un mes en este salón y siento que no encajo, aunque eso no es novedad, pero siento que la compañera de atrás está a nada de saltar sobre mi yugular, sin embargo, me sorprende aún más que todas las clases se siente detrás de nosotras, ya que durante todo el mes Sam y yo no hemos parado de discutir a gritos sobre cualquier tema, somos tan opuestas que algunas personas se sorprenden por nuestra amistad ya que nos conocemos desde la secundaria y aunque yo no le agradaba por malentendidos que tuve con su exnovio, ahora Sam y yo somos inseparables, por algo es mi mejor amiga.

-Samantha, Andrea, Leslie y Lena trabajarán juntas.- La voz de la profesora me saca de mis pensamientos. –Su proyecto será sobre música, quiero su reporte escrito antes de los exámenes finales y el día de clausura se presentarán en el auditorio principal.- Al escuchar eso rápidamente me paro pidiéndole a la profesora que nos de otro tema. -Profesora, por favor nos puede dar otro tema, tal vez sobre pintura o fotografía incluso escultura, lo que sea profesora.- Cuando terminó de hablar siento que todos me ven ya sea por mi arrebato o porque mi voz se quebró al final de la oración, sin embargo, la profesora solo negó con la cabeza haciendo que mis hombros se hundieron al instante.

-Lo siento, Lena, pero he formado los equipos y temas de acuerdo a su especialidad. Samantha y Leslie tienen voces privilegiadas mientras que Andrea y tú tocan el piano y violín respectivamente.- yo solo asentí con la cabeza mientras me sentaba y se formaba un silencio incómodo, silencio que fue roto por Sam. -No se preocupe profesora, Lena pidió cambiar el tema por que es obvio que vamos a arrasar en la competencia, claramente nadie es rival para nosotras.- Dijo Sam haciendo que todos protestaran olvidando así el silencio incómodo, durante la clase todos los equipos se reunieron para hablar sobre el proyecto, aunque yo no pude decir nada y me quede sentada encogiéndome en mi asiento y solo asentía con la cabeza a lo que Sam y Andrea organizaban.

-¿Estas bien?- al levantar el rostro y enfocar la vista para ver quien me hablaba note que Leslie estaba sentada enfrente de mí, Leslie es una chica muy linda y carismática su cabello es ondulado de color rubio mientras que sus ojos son color miel y aunque es algo seria jamás nos ha reclamado a Sam y a mí por gritar durante la clase, así que diría que es una persona agradable.

-Sí, lo estoy.- Digo de la forma más agradable que puedo, aunque sale más brusco de lo que quiero. -Mmm entonces ¿por qué no te veo peleando con Sam?- al escucharla decir eso no puedo evitar soltar una risa. – Si te soy sincera, pensé que estabas harta de nuestras pelas.- Dije mientras ella esbozaba una sonrisa y negaba haciendo que involuntariamente yo sonriera aún más mientras me contestaba, -Me gusta es divertido verlas, además se nota que son grandes amigas, pero sobre todo cuando discuten tú siempre sonríes y deberías de hacerlo más seguido porque así te ves más bonita.- Cuando terminó de hablar yo estaba muy avergonzada, hace mucho que no me halagaban. Abrí y cerré la boca como un pez, pero no salió nada y sentí cómo me ponía más roja hasta que Sam nos interrumpió.

-Chicas ¿Cuándo pueden ensayar? Yo estaba pensando ensayar 5 veces a la semana, aunque necesitamos una casa, Lena ¿Podemos ir a tú casa?- Todas las chicas esperaban mi respuesta, normalmente me negaría, pero no tengo ganas de ir a la casa de un extraño durante las próximas semanas. -Lo siento, pero solo puedo 3 veces a la semana y mi casa está bien podemos ir hoy, los miércoles y viernes saliendo de clases.- Sam asiente y les pregunta a las demás -¿Que opinan?- Todas asintieron dando por terminado la reunión justo a tiempo para irnos a nuestras clases respectivamente. 

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Gracias por leer la historia.

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