-Sam, necesito tú ayuda, me gusta Lucy y quiero confesarle mis sentimientos, pero no sé si sea lo correcto no quiero perderla, la amo tanto y si ella me rechaza no creo poder seguir a su lado porque me dolería verla amar a alguien que no soy yo, aunque ella sea feliz y aunque intentara ser su amiga no podría soportar que el idiota de su novio no la cuide o no la ame como se merece y si intento intervenir tengo miedo a que me aleje aún más porque de seguro pensará qué lo hago porque me gusta y no porque ella merece lo mejor del mundo y yo...- Empecé a hablar muy rápido y era casi imposible entenderme, y sentía la falta de aire por soltar todas mis dudas y miedos de golpe.
-¡BASTA! Lena respira y deja de divagar, está bien yo te ayudaré, lo primero es confesarte y después vemos lo que ella decide, recuerda Lena, no importa lo que tú quieras o lo que esperes la única que decide sobre sus sentimientos es Lucy, si ella te acepta lo celebraremos, pero sí no tendrás que ponerte bien los pantalones y aceptarlo, no hay más, así que lo primero es hacer una propuesta que sea imposible rechazar y yo te ayudaré ¿Okey? Y después veremos qué pasa tranquila- Dijo Sam deteniendo mi parloteo, estaba nerviosa pero ya había pasado un año desde que conocí a Lucy y quedé enamorada de ella aunque lo disfrazaba de "amistad".
-Sam, ¿estás segura de qué esto funcionará? No se te hace excesivo.- Esta idea era extraña, pero Sam me convenció de que así se confesaban en México y que sería muy romántico, así que aquí estaba enfrente de la puerta de su dormitorio sujetando unos globos, un cartel y unas rosas. Vestía con un traje color vino con una camisa negra que me había comprado especialmente para este día e intenté arreglarme lo mejor posible para dar una buena impresión y lograr que Lucy me acepte.
-Deja de quejarte Lenita ya te dije que todo saldrá bien, toca la puerta mientras yo ponga la canción.- Dijo Sam por tercera vez, sonaba exhausta por cargar la radio desde el primer piso y jalar al becerro que compre para esta ocasión, aunque aún no entendía porque debía de darle ese animal a Lucy, pero de nuevo Sam dijo que era algo necesario y cómo quería que funcionará le hice caso en todo.
La música empezó a sonar, era muy extraña para mí, pero supuse que era como un ritual de cortejo así que lo deje pasar, Lucy tardó unos minutos en abrir pero para mí fueron horas, cuando la puerta se empezó a abrir intente mostrar la mejor sonrisa que tengo y extender el cartel para que sea visible mi confesión, pero la imagen de lucy en toalla mientras finas gotas caían al suelo me dejó helada, no pude decir la confesión que tenía planeada así que sólo solté lo primero que me vino a la mente. -Yo, querer hijos tuyos, mía por siempre- Al verme parada, Lucy sonrió, pero poco a poco se desvaneció mientras veía las rosas, el cártel y los globos y después se llevó una mano a la boca para ahogar un grito cuando vio a Sam con el becerro y cuando escucho mi tonta confesión se voltio a verme tan rápido que sentí un escalofrío al ver su mirada fija en mí, sus hermosos ojos verdes me miraban directo a los ojos cómo si estuviera buscando algo y lo único que hice fue intentar verla con todo el amor que sentía por ella ya que si hablaba rompería a llorar.
-Tú, en verdad estás aquí- susurró. Yo solo asentí, no podía hablar por el nudo en mi garganta, pensé que me había rechazado ya que seguí muy sería, cuando empecé a bajar el cartel y ocultar las pequeñas lágrimas que se asomaban de mis ojos siento como Lucy se lanza contra mi para abrazarme, abrazo que tardó en responder porque no sabía qué significaba hasta que Lucy me responde. -Yo, querer hijos tuyos, tuya para siempre.- Al escucharla empiezo a llorar y la abrazó para después alzarla y girar con ella, Lucy me amaba, escuché como Sam nos felicitaba para después dejar las cosas en el cuarto de Lucy y despedirse de nosotras.
-¿De dónde sacaste a ese animal?- preguntó lucy después de que regresó de vestirse ya que en una hora iríamos a cenar en un restaurante que reserve por si funcionaba mi confesión. -Sam me ayudó, ella medio la idea de la confesión, dijo que es una tradición en México y que era muy necesario el becerro para demostrar mi amor por tí.- Lucy solo se rió de mí mientras negaba con la cabeza, no me importaba hacer el ridículo una y otra vez con tal de recibir su risa a cambio.
-Te amo Lena y me encantó tu confesión es muy mmm ¿romántica?, Pero no puedo quedarme al animal, no aceptan animales en los dormitorios.- No había pensado en eso. -Oh, supongo que se lo daré a Sam o tal vez lo regrese a la tienda.- Dije antes de acercarme y besar a mi novia, ¡Dios! Amaba decirle así, pero sabía que había algo que tenía que decirle ya que tarde o temprano lo sabría, así que me armé de valor y le confesé mi secreto. -Lucy te amo eres lo mejor que me a pasado en la vida, pero no quiero empezar una relación con secretos, Lucy yo soy intersexual, nací siendo mujer, pero tengo una miembro masculino, entendere si ya no quieres salir conmigo o si te doy asco, pero necesitaba decírtelo porque te amó.- Estaba muy asustada por su reacción pero Lucy era maravillosa y no se merecía que la engañara, estaba esperando que Lucy me corriera o me golpeara por haber guardado por tanto tiempo mi secreto.
-Wow premio doble- ¿Qué? Voltee a ver a lucy con una cara de asombro, ella parecía feliz. -Lena, no me importa lo que tengas en los pantalones, lo que me importa es tú corazón mientras que tú me ames no me importa lo demás, gracias por confiar en mí, pero si no te levantas del sofá no llegaremos a nuestra cita- Dijo lo último mientras se levantaba y me extendía la mano para después guiñar me un ojo, yo asentí mientras me paraba y después íbamos a nuestra cita.
Espero que les guste nos vemos, bueno nos leemos pronto.
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Cargando con el pasado
Fanfic-Lo siento, pero no soportaron la operación, era demasiado tarde. Ellos están muertos.- Dijo el doctor de forma tranquila, mientras que yo sentía que mi mundo se derrumbaba. ¡Yo los mate! Fue el último pensamiento que tuve antes de desmayarme, desea...