Capítulo 5

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Franco
Sentado en el sofá del cuarto de hospital donde se encuentra Riley, sostengo el cuadrito plastizado que ilustra un círculo del tamaño de un guisante. La base de mi dedo pulgar se desliza por la imagen y me hace un poco de ilusión pensar cómo sería ser padre.
La verdad, puede que sea lindo, pero no he planeado tener hijos con ella.

Riley ha sido mi mejor amiga desde que tengo memoria, con el tiempo nos convertimos en algo más, pero siempre mantuvimos claras nuestras intenciones, y, por tanto, ambos estubimos de acuerdo en basar nuestra relación en amistad y sexo, nada más.

Ahora todo se ha complicado, debo aceptar que no deseo estar separado de la madre de mis hijos, siempre pensé tenerlos con aquella que ocupara el lugar de mi esposa, y desgraciadamente, Riley no es esa mujer...

—Mmm —gime tumbada sobre la cama. Numerosos sueros se aferran a sus venas y trae puesta una mascarilla de oxígeno cubriendo su nariz y su boca.

—Riley —pronuncio y me pongo de pie. Camino hasta llegar a su lado y tomo una de sus manos-. ¿Cómo te sientes?

Ella asiente, deduzco que a penas puede emitir una palabra sin forzar la herida que va desde su barbilla hasta la comisura de su labio inferior. Frunce el entrecejo demostrando dolor y acaricio su cabello con una de mis manos.

—Shhh, tranquila, estás muy herida. Intenta no hablar para que mejores pronto —la calmo y vuelve a asentir.

Su rostro está marcado por varios rasguños y parte de su mejilla derecha es ocupada por una venda blanca, dicen los doctores que la quemadura en esa porción de su piel está estimada como grave, catalogada como lesión de tercer grado. Tristemente la cicatriz será de por vida, y sé cuánto le dolerá a Riley saberlo.

—Has tenido un accidente con Max, él no... Él no lo ha conseguido -musito y un nudo se forma en mi garganta.

Máximo era mi más fiel escolta, a él le asignaba la protección de Riley y siempre fue mi sujeto de confianza. Su partida me ha destrozado, mas no demuestro lo que la situación me provoca y opto por dedicarme únicamente a Ry.

—Pero tú estarás bien preciosa, solo deberás permanecer aquí unos días, pues necesitas recuperarte de los golpes.

Escatimo detalles de su estado de salud y ella parece tomarlo de buena manera. Sé que si le digo que en unas horas será operada reaccionaría como loca, y no queremos eso. El auto chocó contra un árbol, según los investigadores y testigos, Max intentó evitar colapsar contra otro auto que se saltó un "stop". Todo el cristal delantero se hizo añicos, Riley que iba en el asiento del copiloto, recibió numerosos cristales sobre su piel, uno de ellos penetró encima de su seno izquierdo, necesita ser intervenida quirúrgicamente para evitar una hemorragia interna.

—Riley, hay algo más —le digo y me pregunto internamente si es el momento correcto de tocar el tema del bebé-, no te asustes ¿Sí? Andrà tutto bene piccola, siamo una squadra e non ti lascerò mai sola —susurro y dejo de acariciar su cabello para ahora darle atención a su vientre. Ella me observa perdida y respira pesadamente, como si tuviese sueño-. Quiero que con un gesto me digas si sabías de esto o no ¿Capisci?

Mueve la cabeza mostrando un sí y suspiro profundamente para soltarlo.

—¿Sabías que vamos a ser padres?

Sus ojos se abren y hace un amago de sentarse pero la detengo. Sujeto sus hombros y la ayudo a recomponerse sobre la almohada. Niega repetidas veces y a través de la mascarilla transparente veo que intenta abrir la boca para responder.

—¡No, no hables! Me ha quedado claro que es una sorpresa para ambos. Riley yo... yo te quiero mucho, lo sabes, nunca te dejaría sola con algo así. Quiero que sepas que la decisión es tuya, te apoyaré. Pero igual debes pensarlo, tu y yo no... no somos más que amigos que se complacen ¿Verdad? —le cuestiono y ella vuelve a asentir—. Un hijo no va a cambiar nuestra relación y espero que lo tengas claro.

💃Un baile para Franco🤑✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora