Capitulo 27

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–"El matrimonio es la perfección a la que el enamoramiento aspiraba” – Ralph Waldo Emerson

Me mordí fuerte el labio inferior, íbamos en el carruaje en silencio bueno al menos yo, el como mucho entusiasmo me contaba sus días.

Yo trataba de hacerme la indiferente, pero no podía, mi propio corazón me delataba, observé su fuerte mandíbula, su pequeña naríz sus labios tan sabrosos que los caramelos.

Pensando lo bien.

Deseo con tantas ganas unos caramelos.

Aún no entendía porque nos dirigimos a Edirne, tal vez quiera hablar o regañarme o reconciliación.

‹O nos quiere abandonar, alejarnos del palacio. › pensé

Decidí preguntarle.

— ¿Porque vamos a Edirne sultán?

Por fin hablé, llevo medio camino en silencio, el se quedó en silencio y sonrió.

— Es una sorpresa

Se limitó a decir, sentí mis mejilla enrojecer y mi corazón latir con fuerza, leve abrí mi boca y solté un pequeño suspiro.

—AHHHHHH.— golpee su brazo

Lo escuché reír.

Y me derretiiii

Aún estamos de camino, ahora en silencio, mi antojo por caramelo había aumentado, pero no dije nada

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Aún estamos de camino, ahora en silencio, mi antojo por caramelo había aumentado, pero no dije nada.

Mire el paisaje, realmente era más bonito, había árboles en todos lados, flores, TODO.

Era uno de mis pasatiempos favoritos.

‹A parte de observar a nuestro ahmed dormír.› grito mi conciencia.

No sé porque pero me dió mucho sueño, me acomode aún lado de la ventana del carruaje y me dormí.

No sé cuánto paso, pero sentí una deliciosa mano cariciar la cicatriz debajo de mi mandíbula, me removí incómoda y avergonzada.

Mis mejillas ardieron al abrir los ojos y encontrarme a centímetros del rostro de ahmed, el estaba mirando directamente a mi ojos. Asiendo que cada hueso en mi tiemble.

‹Malditas hormonas.›

— Veo que ya has despertado mi sultana.

Me toma el pelo, me llama sultana cada vez que estamos juntos.

— Lamento incomodarlo y invadir su espacio. — dije señalando el lugar que nos dividía.

—¿Cómo crees? Deja de actuar así Aysun, sabe que no me molesta tenerte cerca. — susurra cerca de mi oído

— Jum. — dije cruzando los brazos.

Lo escuché reír, todo se lo toma s gracia.

‹¿Cómo no? Pareces una niña› dijo mi conciencia

La Sultana Güyçli Aysun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora