Me encontraba de muy mal humor, la favorita de mi hijo ya había pasado su límite ¿Como se atrevía a amenazarme? Y lo peor de todo es que mi hijo está demasiado ciego para ver la verdad.
Melek... (Le cambié el nombre)
- ¡¡Sumbul Agha!!
El entro rápidamente, no levantó la mirada sabía que estaba enojada.
- Sultana madre...- dice en un susurro
- Melek Hatun acaba de amenazarme. - digo entre dientes
El abre los ojos sorprendido
- Pero que insolente. ¿Como quiere que la castigue. - dice con molestia
- no Sumbul, aún no, Debo encontrar a la mujer perfecta para mi hijo Sumbul.
Sintiéndome agotada me senté bruscamente.
- debes traer criadas nuevas.. debes compralas.
-¿Esta segura Sultana? Aqui en el harem hay cientos de mujeres.
- Haz lo que te ordenó. - dije entre dientes.
- Si Sultana.
Dicho esto salió de los aposentos, tome mi taza de café y le di un sorbo, a mi nadie me amenaza y Melek Hatun pagará su osadía.
- Madre.
- Mi sol...- dijo besando la frente de mi hija
-¿Como has estado? Espero que bien.
- No hija, Melek tuvo la osadía de amenazarme. - pude observar como frunció el ceño.
- La Castigaré yo misma, no te preocupes madre. - dije intentado levantarse
La tomé de la mano y la hice volver a sentarse.
- No te preocupes hija su castigo merecido será, pero aún no, quiero hacerlo indirectamente. - dice con calma
- ¿Como madre? Esa mujer creerá que le temes y por ello no la atacaste.
- dejala que piense lo que dese. - sonreí
‹buscare una mujer muy hermosa pero inteligente, que nos sea fiel, y ella sacará a Melek del camino por nosotras.›
- ¿Estás segura madre? Sabes que también nos pueden traicionar.
- También obtendrá el mismo destino si osa ponerse en mi contra.
Mariam se quedó en silencio sintiendo un gran orgullo de la madre que Allah le dio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dia de la llegada de Meryem.
- Sultana... Me informaron que llegaran nuevas esclavas al pueblo, le pedi al jefe de los tártaros que las trajeran al palacio. - Sumbul sonríe
