Estoy cada vez más cerca de ellos, veo como el príncipe me ve y le avisa a sus acompañantes, ahora los tengo a los tres viéndome fijamente. ¿Y si esto es una trampa? ¿Y si Arinka le dijo al Conde y al príncipe que soy su mate, y estaban en lo que parecía una pelea para atraerme? Joder, si eso es así estoy cayendo en la maldita trampa, pero ahora no puedo volver atrás, estoy solo a unos pocos metros de ellos. Siento mi corazón latir con fuerzas, mi adrenalina a tope, ahora es que voy a saber de qué lado realmente está mi mate, aunque posiblemente no viva para descubrirlo.
Veo como los tres toman impulso y saltan hacia mí, mi pecho duele al saber que mi mate es capaz de matarme, pero me recupero enseguida, dispuesto a matar a su familia para hacerla sufrir, a ella no la puedo matar, la Luna de la manada lo prohibió, pero mataré a su padre y hermano para hacerla sufrir.
El príncipe es el primero en llegar a mí, y nos unimos en una reñida pelea. Nos encontramos en el aire y él aprieta mi cuerpo mientras yo me sacudo con fuerzas para soltarme, logro morderlo lo suficientemente fuerte para que me suelte y enseguida me extraño, ¿por qué los otros dos no me atacan? ¿Esperan su turno? ¿Van a dejar que mate al príncipe o confían lo suficiente en el él como para no ayudarlo? Sacudo rápidamente mis pensamientos cuando lo veo venir hacia mí, lo esquivo en el último segundo y salto sobre él dándole un zarpazo en su espalda, lo escucho gritar y maldecir, para girarse en una fracción de segundo y arremeter contra mí, siento algunos de mis huesos romperse cuando mi lomo choca bruscamente contra el tronco de un árbol. El príncipe me mira con sus ojos rojos y sus colmillos parecen crecer aún más, una sonrisa cínica tiñe su cara, yo intento moverme pero no puedo, mi cuerpo duele.
-Por tu culpa mi hermana nos traicionó, y ahora tú vas a morir – dice y cuando está dirigiendo su mano hacia mi corazón, el enorme cuerpo de Kenai lo saca de arriba mío, veo como Malik ayuda a Kenai y Aila se arrodilla a mi lado.
-Eres un imbécil – me dice, mientras con sus manos cura mis heridas – Tendrías que haberle dicho a los chicos, ellos no iban a dudar en ayudarte a protegerla – yo la miro, preguntándome cómo lo sabe, supongo que mi acción fue bastante obvia.
-¿Por qué no me atacó? – le pregunto.
-¿Por qué no te atacó? Creo que sabes muy bien porqué Otto o Lohan, no sé con quién estoy hablando. Te defendió del Conde, está peleando contra él, necesitas ir a ayudarla – ella dirige su mirada hacia algún punto, sin dejar de curarme, y yo sigo su mirada, mi corazón se para al ver a Arinka en una pelea a muerte con el Conde.
-¿Qué hace? ¡La va a matar!
-Ella sabía perfectamente que no ibas a poder con el príncipe y con el Conde, decidió ayudarte con el oponente más fuerte – me odio por haber desconfiado de ella, por haber dudado al menos un instante en que todo esto era una trampa diseñada por ella.
-Necesito ayudarla – digo desesperado, intentando moverme, pero Aila me tiene paralizado, no dudo en gruñirle.
-Solo un minuto más Otto, estás muy herido.
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Una Vampiresa para el Delta
WerewolfSe conocieron en medio de una guerra, él solo quería correr hacia ella cuando sintió el hermoso olor a rosas y pino, ella sintió su mundo detenerse cuando sintió el olor dulce de su sangre. Pero nada podía ser tan fácil, porque él era el Delta de l...